Pablo Escobar conoció a Eugenia Henao iniciaba a dedicarse a negocios ilegales, cuando él tenía 24 años y ella solo 13.
Henao era hermana de Carlos Mario Henao Vallejos, uno de los mejores amigos de Escobar. Con ella se casó tres años después de conocerla y juntos les dieron vida a dos hijos: Juan Pablo y Manuela.
Al poco tiempo de haberse conocido, la niña vivió en manos del futuro capo un suceso que la marcaría por siempre y que ella no revelaría hasta 44 años después.
Victoria Eugenia Henao tenía la intención de llevarse el secreto a la tumba, sin embargo, decidió hacerlo público y contarlo en su libro Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar, el cual se publicará el 15 de noviembre.
Tuve que conectarme con mi historia y sumergirme en lo más profundo de mi alma, para reunir el coraje y revelar el triste secreto que he guardado durante 44 años”, contó Henao, quien actualmente tiene 57 años de edad.
Henao dio a conocer, en un adelanto del libro publicado por Daily Mail, que Escobar la “abrazó” y la “besó”. Al mismo tiempo que ella no pudo hacer nada por el miedo que sentía.
No estaba preparada, no sentía malicia sexual, no tenía las herramientas adecuadas para entender lo que significaba ese contacto íntimo e intenso”, escribe Henao.
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La joven Eugenia sabía poco del sexo, no necesariamente por su corta edad, sino porque en los años 70 era un “tabú” tener conversaciones sobre este tema.
De ahí que sólo pudo definir como “extraña” a la sensación que sentía luego de tres semanas de haber sido violada por Pablo Escobar.
En una visita, Escobar le preguntó sobre su estado de salud y le pidió que lo acompañara a la casa de una mujer, la cual se encontraba en una zona alejada y solitaria de Medellín.
Casi inmediatamente, una señora mayor, que apenas me saludó, me dijo que me acostara en una camilla e inmediatamente insertó varios tubos de plástico en mi vientre, los que se usan para canalizar las venas, y simplemente dijo que servirían como prevención", contó.
Ella, naturalmente, preguntó más detalles y le contestó la mujer que podría estar embarazada. “Luego me dijo que tuviera mucho cuidado y me ordenó que sacara los tubos una vez que comenzara a sangrar”.
Escobar la dejó en su casa y le sugirió que siguiera instrucciones, así como mantenerlo informado.
Los días siguientes dormí con esos tubos extraños dentro de mí y me vi obligada a ir a la escuela de esa manera para que mi madre no sospechara nada (…) Tenía un dolor intenso, pero no podía decirle nada a nadie. Solo le rogaría a Dios que terminara pronto”.
Por los prejuicios de la época, ella no pudo hablar con nadie sobre el tema. Hasta que asistió a terapia años después comprendió que había sido violada.
A pesar de lo que Escobar le hizo, ella afirma haberlo perdonado, porque sus hijos son fruto de la relación.
Tenemos dos hijos que nacieron de esa unión, con los que honramos sus vidas. Estoy agradecido por ellos, porque me dan la fuerza para seguir viviendo”.
cmo