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Presidente Bananero

“Es un político entreguista, servil, subdesarrollado y bananero como todo su gobierno. ¡Sí, bananero!”

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Escrito en ESTADOS el

El morboso y esperado primer viaje al extranjero del presidente de México López Obrador, confirmó lo que es un político entreguista, servil, subdesarrollado y bananero como todo su gobierno. ¡Sí, bananero! Voy a explicar porque: en la década de los 60s y 70s se acuñó este apelativo a los países de América Latina por su condición tropical pero también para describir un país pobre, corrupto e inestable que actúa en función de los intereses extranjeros como lo es hoy México.

Somos un país productor y exportador de bananas, justamente de un estado del sur llamado Tabasco. Hasta existe un tipo de plátano o banana denominada como la propia entidad: plátano tabasco y curiosamente es de ahí quién hoy es el titular del ejecutivo federal. Por lo que doblemente se puede decir que somos una república bananera a toda regla. Ha quedado patente con la visita de AMLO a los Estados Unidos de Norteamérica el sometimiento político y económico al vecino país del norte.

La influencia estadounidense en México ha quedado clara hoy más que nunca en boca de quién representa a todos los mexicanos por igual. Los que vivimos aquí, quienes viven en cualquier nación del mundo y por supuesto los 38 millones de mexicanos que viven, luchan y se esfuerzan con su trabajo diario en E.U. De nuestros vecinos del norte hemos recibido según registra la historia el mayor número de invasiones, despojos, agravios y amenazas hasta la fecha.

Y hablando de agravios y amenazas, como nunca antes el actual presidente Donald Trump, quién se dice amigo de AMLO y López Obrador de Trump, es quién más ha agraviado y amenazado a quienes somos mexicanos. Vamos por los agravios: se ha dedicado a cazar mexicanos. ¡Sí presidente López Obrador! Ahí están las imágenes de cómo la policía migratoria disfrutaba abriendo fuego a mujeres, niños y hombres que pretendían cruzar la frontera y eran tratados como animales dividiendo y rompiendo familias completas al deportarlos como salvajes.

Otro agravio, por si se le olvidó Sr. Presidente, cuando su amigo Trump nos dijo a todos los mexicanos violadores, drogadictos, criminales y hombres malos. Como ningún otro mandatario de los E.U., ha generado un racismo exacerbado y brutal contra la comunidad mexicana, al grado de agredir a mexicanos en calidad de residentes o turistas por escucharnos hablar español. Nunca un gobierno americano nos había tratado como perros.

De amenazas, ahí van unas cuantas a todos los mexicanos que viven dentro de la unión americana como fuera así como a su cuarta transformación: hace una semana declaró Donald, que trabajaría políticamente muy fuerte para lograr que el programa DACA que creó el presidente Obama, pudiera expulsar a más de 700 mil jóvenes migrantes, en su mayoría mexicanos que concluyen sus estudios en el vecino país. 

Amenazó a su gobierno con imponernos aranceles y romper aún más la raquítica economía si no paraba su gobierno el cruce de migrantes mexicanos hacía los E.U. Y usted presidente López Obrador, ordenó desplegar a más de 25 mil soldados y miembros de la Guardia Nacional para capturar a nuestros compatriotas y centroamericanos. Del “maravilloso” muro ni hablamos, ha sido usted el peón de la construcción de esa vergonzosa oferta de campaña de su nuevo amigo Trump.

Y se atreve a diseñar una supuesta belleza de discurso donde le da las gracias al siniestro “güero” de parte de todos los mexicanos, para “agradecerle al pueblo de los Estados Unidos, a su gobierno y a usted, presidente Trump, por ser cada vez más respetuoso con nuestros paisanos mexicanos”. Como si faltará más todavía le dice usted: “Hemos recibido comprensión y respeto”. ¡No tiene vergüenza presidente!

Cómo se ve que a usted ni a su familia, y mire que tiene un hijo que vive allá y se da por cierto muy buena vida, diferente a nuestros paisanos y quizá por ello está tan agradecido por como han tratado a su vástago y a usted; muy distinto que a cientos de miles de compatriotas. ¿Pero eso a usted qué le importa? ¡Primero los pobres!

Nunca me había sentido tan mal representado por un presidente de México como ahora con usted. Estoy seguro que millones de mexicanos pensaron y sintieron lo mismo que yo. Más y más mentiras allá como aquí.

¿No cree usted?

Dr. Carlos Díaz Abrego