Main logo

La mentira tiene tres elementos: el que miente, la mentira y el que la cree

El presidente de México usa todos los días, para beneficio personal, a los medios de comunicación para influir en la opinión de las personas

Por
Escrito en ESTADOS el

En la radio, Orson Welles, en 1938 comunicó: “Las observaciones científicas y lo que se está viviendo en la realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche son un ejército invasor procedente del planeta marte". Unas doce millones de personas escucharon la transmisión y muchas cayeron en pánico.

La histeria que desató la transmisión demostró el poder de influencia de los medios de comunicación.

83 años después de Welles, el presidente de México usa todos los días, para beneficio personal, a los medios de comunicación para influir en la opinión de las personas. En el transcurso de un poco más de dos años, ha transmitido mensajes como los siguientes:

Promesa: "Estamos preparados, tenemos los médicos, los hospitales y la capacidad para hacerle frente". La respuesta ante las más de  321 mil muertes por Covid-19 en el país, “los medios se concentran en el lado más triste de la epidemia, nuestros adversarios magnifican tema de muertes, los medios de comunicación que defendieron el modelo neoliberal son responsables de que México no tenga los médicos que se requieren para la pandemia”.

Promesa: “En seis meses disminuirá la inseguridad”. La respuesta ante los 80 mil homicidios durante el actual gobierno y creyendo que madrugando se va a acabar la delincuencia es, “mi balance honesto es que se ha avanzado; desde las 6 de la mañana tenemos reuniones de seguridad”.

Promesa: “Vamos a crear 2 millones de nuevos empleos en 2020”. La respuesta ante la pérdida de 1.1 millón de empleos inscritos ante el IMSS y que genera un déficit de 3.1 millones de empleos de acuerdo con la meta es “desde que está el famoso outsourcing, la subcontratación, se despide a muchos trabajadores inscritos en el seguro social”.

Promesa: “Queremos que ya no tengamos solo 2% de crecimiento, sino al 4% anual”. La respuesta ante el nulo crecimiento y sin establecer las condiciones, planes y alianzas con sectores empresariales para lograrlo “a mediados de 2021, la economía de México recuperará niveles previos a la pandemia ¿?”.

Este pequeño breviario de promesa y respuestas no articuladas (no se puede afirmar que se tienen médicos y luego establecer que no es así, por ejemplo) muestra el uso sin escrúpulos del gobierno mexicano de afirmaciones no verdaderas. Está tan arraigado este ejercicio de manipulación que, de acuerdo a  SPIN – Taller de Comunicación Política al 1 de marzo del 2021, en cada conferencia matutina se dicen 81 afirmaciones no verdaderas, 46 mil 526 acumuladas en las 556 conferencias desde su origen.

La mentira como estrategia de posicionamiento no es un ejercicio nuevo. Lo grave en el país es su uso sistemático para controlar masas, aquí no importa la prioridad o exigencia de los gobernados, lo que importa es perpetuar el poder político personal o de grupos.

Un caso sistemático de la mentira es que el gobierno federal haya establecido, en 28 ocasiones, fechas distintas para la vacunación de adultos mayores.

Hoy resta esperar que las palabras de Hannah Arendt se vuelvan una realidad en México: “no importa cuán grande sea la falsedad de un mentiroso, nunca será lo suficientemente grande para cubrir la inmensidad de la verdad, de la realidad”.

Debe llegar el momento para que frases como nos invaden los marcianos, no robar ayuda mucho para que no dé coronavirus o los voy a acusar con sus mamás y abuelos, sean puros cuentos chinos.


KD