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¿El talento tiene género?

Se requiere de acciones tangibles y estratégicas para que las niñas y las mujeres participen de manera igualitaria en los campos de estudio de las ciencias

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Escrito en ESTADOS el

En México, las mujeres estamos subrepresentadas laboralmente en las disciplinas relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, las llamadas áreas STEM -por sus siglas en inglés-. 

Según datos de la OCDE para nuestro país, los hombres eligen carrera en las ciencias hasta en 28% frente a solo 9% de mujeres. En Guanajuato, de acuerdo con el Anuario Estadístico de Educación Superior de la ANUIES 2019-2020, sabemos que solo el 32% de estudiantes que egresaron de ingeniería, manufactura o construcción fueron mujeres. 

Es real que el talento no tiene género, como lo afirma Graciela Rojas Montemayor fundadora de Movimiento STEM, es real también la brecha de género en los resultados de pruebas en matemáticas que nos ponen en desventaja; pero no es menos cierto que esos resultados están condicionados por un sistema educativo basado en la reproducción de estereotipos.

Recuerdo que cuando tuve la oportunidad de ser directora de una carrera con la mitad de materias en ingeniería y la mitad administrativas, una gran cantidad de mujeres huían de los números. En las ingenierías veíamos a dos o tres mujeres y la mayoría nos encontrábamos en las áreas administrativas y se veía “extraño” por la dominación de los hombres en el sector productivo desde hace siglos; ¿el resultado? la presencia de mujeres en cargos técnicos es muy baja.

La buena noticia es que una de cada cuatro mujeres cambia su decisión al elegir una carrera STEM luego de recibir orientación vocacional incluyente y despojada de estereotipos en una adecuada intervención metodológica. 

Gracias a la plática que tuve con María Rosa Araiza Flores, Gerente de Proyectos Institucionales y Procuración de Fondos de Movimiento STEM -organización que se propone como un interlocutor y concentrador de esfuerzos para integrar y potenciar el impacto del Ecosistema STEM en América Latina, sumando a su causa a la iniciativa privada, cámaras sectoriales, OSCs, gobierno, academia, comunidad emprendedora y organismos no gubernamentales nacionales e internacionales-, pude conocer las problemáticas y las rutas de solución para impulsar la inclusión de las niñas y mujeres a las áreas STEM y para alcanzar como meta: que “todas participen y contribuyan en los diversos ámbitos de la vida del país, en una sociedad de conocimiento justa e incluyente, y aporten al logro de un mayor crecimiento económico con innovación para un desarrollo social sostenible”. 

Se requiere de acciones tangibles y estratégicas para que las niñas y las mujeres participen de manera igualitaria en los campos de estudio de las ciencias e impactar en el futuro del trabajo para enfrentarnos de mejor manera a los retos que nos está presentando el siglo XXI. 

Entre algunos de los problemas identificados por Movimiento STEM en conjunto con otras instituciones y personas interesadas en evolucionar este compromiso, están (1) los roles preestablecidos que socialmente pueden venir desde la familia, la sociedad y los medios de comunicación, (2) la prevalencia de la inequidad y la alta violencia de género que vivimos actualmente en todos los ámbitos sociales, (3) la carencia de información e investigaciones formales para entender sobre las razones del desempeño, creencias, actitudes, motivación, forma de comunicar y orientar sobre el tema a niñas y mujeres. 

La brecha de género en el desempeño matemático ocasiona menor presencia de mujeres en carreras STEM y por lo tanto en cargos directivos, menor ingreso mensual, más tiempo dedicado al trabajo no remunerado y al cuidado de la familia, lo que limita nuestro desarrollo profesional y la participación laboral. Esa limitada participación laboral y por lo tanto económica, ahonda la brecha y así se reproduce ese vigente círculo de desigualdad. 

Para romper ese círculo propongo una fórmula: VP+PSG+AAf= ?STEMn 

¿Será que sumar voluntad política (VP) más presupuestos sensibles al género (PSG) más acciones afirmativas (AAf) nos arroje por resultado un número indeterminado de mujeres(?) STEM potencializándose? ¿Y si metemos a la ecuación a los sectores gubernamental, empresarial, educativo y desde luego a las estudiantes? 

Estas condiciones observadas en el estudio de referencia para establecer políticas públicas intersectoriales, sistémicas y transexenales para lograr una educación de calidad en STEM que también vea por el personal docente para eliminar barreras educativas, erradicar violencia contra las mujeres y reducir brechas de desigualdad, muestran que sí es posible establecer una agenda de avance. Intentémoslo. 

En Guanajuato, para convertirnos en ese valle de mentefactura soñado es indispensable incluir a las mujeres y niñas desde temprana edad. Hagámoslo posible.