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El amo de las ruinas

El rey de dreamlopolis tardó casi 20 años en llegar al trono. Ahora con el poder en sus manos gobierna desquiciado a través de palabras

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Escrito en GUANAJUATO el

Una historia de Guridi. El rey de dreamlopolis cree tener todo en su reino de nada. Todos los días, después de que canta el gallo, el rey informa a sus súbditos todo lo bueno, de nada, que tienen. Entre otras cosas; seguridad y tranquilidad, un gran ejército, el pueblo mas sano del mundo con enormes lotes de medicinas, familias sin trabajo, pero felices, presume a sus hijos humildes y a una gran reyna cercana a los súbditos. Pero un día llegó un pequeño <algo> que lo hizo enfurecer y el rey lo descalificó por venir del pasado y querer hacer cosas diferentes a las que él ordenaba y lo envió al calabozo. Sin embargo, y sin darse cuenta,  a su reino llegaron miles de <algos> cansados de un dreamlopolis de nada, convirtiendo, después de su necedad, toda esa nada en un reino de todo. Al final, en ese todo, lo único que sobró fue el rey, la reyna y sus hijos que pensaron que, con nada, reinarían para siempre.

El rey de dreamlopolis tardó casi 20 años en llegar al trono. Ahora con el poder en sus manos gobierna desquiciado a través de palabras, solo palabras con nada en cada una de ellas y con un desprecio desmesurado hacia el sentimiento o palabras de los consejeros que forman su gobierno o de las del propio pueblo que lo eligió. Bueno, ni el monarca del reino de las trece barras “tiene un poder” como el de dreamlopolis.

El primer <algo> que se le apareció le preguntó: majestad tu que vives en un palacio y que te atiendes con los mejores médicos y tratamientos del mundo ¿cuándo crees que podamos tener algo como lo que tú o tus hijos gozan todos los días? El rey sin titubeo contestó: “tienes datos equivocados, en estas tierras todas las familias tienen a médicos tan buenos como los que hay en los reinos de Noruega o Dinamarca. Y para prueba le puedo asegurar al pueblo que muchos monarcas me han buscado para copiar la forma como evitamos la peste en dreamlopolis; los muertos, enfermos y malas noticias que ven o escuchan son montajes de los que nos quieren derrocar”. Al escuchar esto <algo> se marchó decepcionado a su casa sin los recursos para poder atender a sus hijos enfermos y hambrientos y encontrándose, en su camino, a muchos <algos> en la misma situación que él. Pero el rey lo mandó perseguir, lo capturó y lo metió al calabozo. Nadie, nadie, debería pensar diferente al rey o pagaría las consecuencias.

Sin embargo, nuevamente en un discurso en la puesta del sol otro <algo> se le apareció y le dijo “señor no tenemos trabajo, las fábricas han cerrado, los alimentos escasean y, los que hay, tienen un alto precio, en los campos no han cosechas como tu lo prometiste, tus recaudadores, insensibles a cualquier razón, solo nos presionan para pagar los impuestos sin importar que nos quedemos sin monedas para alimentar a nuestras familias o para que sigan trabajando las fábricas…” el rey colérico lo interrumpió y le dijo “espera, gracias a mi forma de gobernar estamos en el mejor momento de la historia de este reino, hemos recogido a los pobres y les hemos dado el dinero que antes les daban a los acaudalados. Somos tan buenos que hasta el reino de las 50 estrellas viene a visitarnos para conocer y extender a otros reinos lo que en dreamlopolis hacemos muy bien”. Es mentira lo que dices exclamó, mandó llamar al ejercito y a este nuevo <algo> también lo encarceló en el calabozo.

Cada vez fueron más los <algos> que, traicionados por el rey, levantaban la voz para ser escuchados. Deseaban cambiar el reino de la nada al de la tierra prometida por el propio rey.

Así que decidieron cambiar. Aplaudir menos y cuestionar más, no pelear entre los ciudadanos y organizarse para que, a partir de su trabajo conjunto y esfuerzo propio, sus condiciones mejoraran.

Discursos vacíos de personas solo fue el principio de la vida del rey de nada, del amo de las ruinas. Sus súbditos, que se convirtieron en <algos>, ya no creerían más en sus cuentos chinos.

 

KD