Main logo

Verdericidio

Está por verse bajo qué términos y costos plantea sus alianzas el Verde, pues su voluntad podría marcar el rumbo legislativo y del dinero público. | Carlos Gastélum

Por
Escrito en OPINIÓN el

Si alguien hubiera pronosticado en 2018 que el destino presupuestal para la segunda mitad del gobierno de la 4T dependería de los votos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), seguramente lo hubiéramos visto con sospecha.

A casi dos semanas de la elección, cada partido busca convencer de sus triunfos en la contienda para la Cámara de Diputados. La realidad es que, en términos de estrategia para bloques de votación, al Partido Verde es a quien mejor le fue. 

Una proyección propia arroja la siguiente conformación para la Cámara de Diputados en la LXV Legislatura: 

Morena (199), PT (39), PVEM (43), PRI (70), PAN (111), PRD (15) y MC (23).

De confirmarse las cifras, esos 43 escaños del PVEM representan el 8.6% del total de los 500 integrantes de San Lázaro, ¿para qué le alcanza? Para varias cosas. La más inmediata: permitirle a Morena-PT tener la mitad más uno de la Cámara (251), con un total de 281 votos. Así, esta triada podría aprobar sin los demás partidos el presupuesto federal, una reforma fiscal y todo cambio legal que no requiera de cambios constitucionales.

A Morena yendo solo no le alcanza: le faltarían 52 diputados para los 251 votos y, aún con todo el PT, necesitaría 13 más. Cierto: Morena-PT podrían buscar esos 13 entre posibles escisiones o alianzas coyunturales con otros partidos, o con una Cámara sesionando con un quorum de 474 legisladores. 

Lo que sí pareciera necesario es que cualquier votación de mayoría calificada (334 votos), prevista para aprobar reformas constitucionales o ratificar nombramientos de órganos autónomos (como la de cuatro Consejeros Electorales del INE en 2023), Morena requiere del Verde, más 53 votos.

Pero al PVEM también le alcanzan los números para crear un escenario poco favorable a la 4T. Si este partido decidiera ir en alianza con el resto de la oposición (PAN-PRI-PRD-MC), todos ellos sumarían hasta 262 votos: lo suficiente para que la Cámara de Diputados salga de las manos del partido en el gobierno. 

Otros apuntes interesantes. De confirmarse una bancada de 43 integrantes, esta sería la más grande en la historia del Verde: casi idéntica a la de 2015 (cuando obtuvo 42), y muy por encima a las de 2018 (cuando alcanzó 13). También anuncia un comportamiento singular: el partido siempre obtiene más diputaciones en una elección intermedia que en las presidenciales. Con Fox pasó de 11 a 17, con Calderón de 19 a 21, con Enrique Peña de 27 a 42, y con AMLO pasaría de 13 a 43. 

Ahora bien, si el partido obtuvo apenas el 5.5% de la votación nacional, ¿por qué terminó con el 8.6% de la Cámara? La principal razón es que le funcionó bien ir en alianza con la Coalición Juntos Haremos Historia. De las 183 candidaturas comunes por mayoría relativa, el PVEM tenía 50 nombres asignados, siendo 30 de ellos electos. En contraste, en donde el partido compitió sin alianza, solo ganó un distrito de los más de 110 en donde postuló candidatos. Es decir: mientras el PVEM tuvo una tasa de éxito de 60% de candidatos en alianza, esta se reduce a 0.86% cuando va solo. 

A esas 31 diputaciones (las 30 de la alianza y la del distrito en solitario), se le suma una asignación estimada de 12 por el principio de representación proporcional, consistente con el tradicional 5% de la base de votación por este partido, llegando a la cifra de 43.

Así, está por verse bajo qué términos y costos plantea sus alianzas el Verde, pues su voluntad podría marcar el rumbo legislativo y del dinero público en los años que restan como presidente a López Obrador.