Invito al lector o lectora que imagine que cierto día un familiar -su padre, madre, pareja, hijo o hija- desaparece y nada sabe sobre su paradero. ¿Qué respuesta buscaría de las autoridades?
Seguramente esperaría una autoridad que la escuche, que diligentemente salga a buscar a la persona desaparecida y que ésta regrese pronto sana y salva. Lamentablemente eso no sucede en la realidad.
Lo que efectivamente ha venido pasando es que cuando una persona llega a denunciar la desaparición, el Ministerio Público la hará esperar horas, luego tratará de disuadirla pretextando que la persona desaparecida se fue con el novio o novia, que seguramente regresará o cosas por el estilo. Si de plano tiene que recibir la denuncia exigirá que los familiares le proporcionen toda la información posible para hacerla pasar como investigación. Finalmente, no pasará nada.
Esta negligencia e incapacidad ha llevado a los familiares de personas desaparecidas a organizarse y obligar a las autoridades a cumplir con sus tareas y responsabilidades. Uno de sus primeros objetivos fue presionar para que se aprobara la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda. Luego han seguido trabajando por las respectivas leyes de cada estado.
Además de las leyes, han pugnado incansablemente para que las instituciones y mecanismos previstos funcionen y den resultados.
Uno de los problemas actuales es la “crisis forense” pues existen unos 37 mil cuerpos en los Servicios Médicos Forenses sin identificar, así como más de 3 mil 600 fosas clandestinas en donde podrían encontrarse un número indeterminado de restos humanos.
Para hacer frente a esta crisis, los familiares de personas desaparecidos han exigido la creación de un Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense (MEIF).
Durante todo el 2019 la propuesta del MEIF fue discutida entre las familias y la Secretaría de Gobernación y aprobado en diciembre pasado. Finalmente, el 19 de marzo fue publicado, en el Diario Oficial de la Federación, el decreto de su creación.
En el decreto se define que el MEIF se compondrá de expertos nacionales y/o internacionales, de carácter extraordinario y multidisciplinario, especializados en las diferentes ciencias que intervendrán en la práctica de peritajes multidisciplinarios de cadáveres o restos humanos.
Ahora viene lo sustantivo que será crear efectivamente el MEIF: reclutar expertos, sobre todo internacionales, instalar laboratorios y contar con suficientes recursos materiales. Este mecanismo deberá concretarse en los meses próximos y la medida de éxito será cuántos restos fueron identificados en el corto plazo y cuántos entregados a sus familiares.
Las familias esperan saber qué pasó con su familiar (derechos a la verdad) y que la información obtenida sirva para acusar y enjuiciar a quienes cometieron estos delitos (derecho a la justicia). Ninguna otra cosa.
