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¿Terrorismo en Guanajuato? ¡No!

El objetivo del crimen organizado es generar miedo entre la población. | Fred Álvarez

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Escrito en OPINIÓN el

¿Qué país es aquel donde ya estamos viviendo auténticos actos de terrorismo, como el ocurrido hace un par de días, donde al abrir un paquete estalla una bomba?, sen. Juan Zepeda.

La tarde del domingo 19 de septiembre, un paquete con explosivos envuelto en forma de regalo adornado con globos y enviada a un restaurante explotó y mató al gerente del lugar Mario Alberto Hernández Cárdenas y al empresario Mauricio Salvador Romero Morales, socio del establecimiento ubicado en la Avenida Faja de Oro, en la ciudad de Salamanca; Guanajuato.

Cuatro personas más quedaron gravemente heridas.

Los hechos convulsionaron al país, sobre todo impactaron en la red social. La primera impresión de mucha gente fue que estábamos ante un atentado terrorista. “No hay otra manera de calificarlo señaló en una primera declaración el gobernador panista Diego Sinhue, después rectificó. “(se) descarta el acto terrorista, porque no fue un caso aleatorio a la ciudadanía, fue un caso dirigido, preguntando por una persona, abre una línea muy clara de homicidio”, manifestó.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó en la mañanera del lunes que el uso de explosivos era para tratar de crear terror”.

¿Qué dijo López Obrador en la mañanera del lunes?

Aseguró desde Santa Lucía del Camino, Oaxaca, que en Guanajuato se han empezado a utilizar explosivos para crear terror.

Pregunta la reportera Sara Pablo: “Más allá de que algunas voces califican este tipo de ataques como narcoterrorismo, yo quisiera preguntarle qué va a pasar en Guanajuato, las cosas como que no mejoran.

Y usted hablaba hace un tiempo de que no descartaba que hubiera habido un pacto entre el grupo político que hay en Guanajuato con el crimen para asegurar su triunfo en las elecciones. Si ustedes tienen mayores informes de una posible complicidad, no sé, entre autoridades estatales. Usted se ha referido mucho al fiscal o al propio fiscal sobre esta posible complicidad, ¿o qué información tendrían?”.

La respuesta de AMLO fue muy genérica, no aportó nada de lo que se hubiera publicado, pero envió condolencias a familiares de las víctimas. Precisó que se está haciendo la investigación, y comentó que sería bueno que la Fiscalía General de la República atraiga el caso por tratarse del uso de explosivos.

Precisó sin querer entrar en el terreno de las especulaciones, “tenemos el antecedente, eso lo ha identificado la Secretaría de la Defensa, se ha informado, que en el estado de Guanajuato, más que en otras partes, de un tiempo a la fecha han empezado a utilizar explosivos para cometer crímenes y tratar de crear terror, miedo”.

Agregó “no quiero que se politice el asunto, es delicado, lo mejor es hacer la investigación”,

-Se habla de cobro de derecho de piso-, pregunta la reportera.

“No se sabe, no se sabe, no tenemos esa información”, dijo López Obrador.

Hasta ahí la mañanera.

Algunos comentarios en medios y redes hablaron que estábamos ante la presencia de acto terrorista.

Y por ahí se fueron.  Por ejemplo, el Senador de MC, Juan Zepeda comentó en uso intervención ante el pleno del Senado anteayer: - ¿Qué país es aquel donde ya estamos viviendo auténticos actos de terrorismo, como el ocurrido hace un par de días, donde al abrir un paquete estalla una bomba?

En efecto, fue un ataque con explosivos que ciertamente produjo alarma y temor en la población, y pueden tipificarse como tal.

“A quien por cualquier medio realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios al público, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un sector de ella, para perturbar la paz pública, menoscabar la autoridad del Estado...(art 245 del código penal de Gto)”.

Pero no es así. ¡Los actos de Salamanca tienen un nombre, son actos criminales y se deben denominar como actos de narcoterror!

 

Además, no es la primera vez que pasa...

El crimen organizado ha empleado desde hace tiempo explosivos para dar ciertos ataques contra varios objetivos con el objeto de generar terror; lo mismo han empleado autos bomba, que granadas, petardos, bazucas, bombas caseras (como La madre de Satán aquel 14 de febrero de 2008 en la zona Rosa) o explosivos plásticos como el denominado C4 que se empleó en 2010 en Ciudad Juárez.

Por lo más grave quizá fueron las explosiones de la noche del 15 de septiembre de 2008 cuando un grupo delictivo atacó con granadas a una multitud concentrada en la Plaza Melchor Ocampo cuando celebraban el Grito de Independencia. Fallecieron muchos inocentes y quizá fue el primer ataque narcoterrorista en México contra la población civil; el gobernador era el hoy diputado Leonel Godoy.

El objetivo del crimen organizado entonces, y más hoy, es el generar miedo entre la población, pero calificarlos como terrorista es inadecuado, aunque los códigos penales lo tipifiquen.

¡Cuidado!

Se trata de criminales que buscan un objetivo económico, no tienen nada que ver con lo político o religioso.

El terrorismo se distingue de otras formas de violencia, porque implica necesariamente una motivación política y/o religiosa, y una de esas características es la que lo distingue de un acto criminal.

Además, calificarlas como terroristas tiene enormes implicaciones, de hecho Washington se la frota las manos para que ello ocurra, recordemos el caso de Bavispe, Sonora cuando integrantes de la familia LeBarón iniciaron una cruzada desde Estados Unidos para combatir a los cárteles mexicanos, por lo que pidieron formalmente que estos grupos sean catalogados como organizaciones terroristas, y entonces el presidente Trump ofreció ayuda inmediata.

Véase: La tragedia en Bavispe, Sonora...

La senadora Lilly Téllez, quien por cierto se llevó ayer las primeras planas de los medios impresos y electrónicos por las críticas que hizo contra la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, en su comparecencia en el pleno del Senado, hacia la política de abrazos y no balazos de la cuatroté.

Agregó la legisladora al final de su intervención que presentó una iniciativa de ley para que los cárteles de la droga sean clasificados como terrorismo. “No tengan miedo, señores, no tengan miedo para darle el visto bueno; dejen ya la vieja excusa de que ello implicaría un riesgo de invasión por parte del gobierno estadounidense. Negarse a aceptar mi iniciativa es prueba de la colusión entre el poder político y el poder del crimen organizado”.

No es así senadora Téllez, con todo respeto…

El terrorismo es algo muy serio y todavía no ha germinado en México, afortunadamente.

Tenemos sí una delincuencia organizada muy poderosa a la que hay que combatir con todo el peso de la ley y con inteligencia.

Hay una ley específica y distinta para combatir al crimen organizado…

Lo importante aquí es ¿cómo acabar con esas acciones que generan terror y miedo entre la población como ocurrió en Salamanca, Guanajuato?

Se requiere antes que nada mucha inteligencia, y lo otro es aplicando la ley con firmeza; eso sí, con todo respeto, y ahí sí coincido con la senadora Téllez, la política de abrazos y no balazos no funciona. No con el crimen organizado.

La secretaria de Seguridad Pública comentó al final de su comparecencia en el Senado “sí es bueno aspirar a que en México haya más abrazos y menos balazos, pero es un trabajo de todos”.

“Aspiramos a una sociedad más fraterna -agregó-, donde no haya estas disputas criminales, y la paz sí se construye con más abrazos, con más cordialidad, con más civilidad, con más hermandad y, como lo he dicho, no venimos a ganar una guerra, venimos a ganar la paz”.

Y concluyó con un “abrazos no balazos” no significa que estemos cruzados de brazos, sus aliados le aplaudieron…

Ojalá esos abrazos sensibilicen a los criminales y no hagan uso de tácticas terroristas. 

Ojalá- quiera Ala.

PS Hasta este momento no sabemos qué tipo de explosivos usaron los criminales en Salamanca; sabemos que los repartidores no sabían que el paquete era una bomba como lo ha manifestado Sophia Huett López, secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato. Además, no hay denuncias sobre amenazas o extorsiones y que cuentan con elementos para determinar que el objetivo del ataque era el gerente del restaurante.