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Terremoto sanitario y reconversión exitosa

Para evitar que los hospitales se vieran rebasados, se procedió a la reconversión hospitalaria. En tiempos difíciles, acciones contundentes. | César Cravioto

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Escrito en OPINIÓN el

Cuando el covid-19 llegó a México, el Sistema Nacional de Salud se encontraba vulnerable. Por su agresividad, el virus puso a prueba la capacidad de atención de este sector. 

Al menos 306 obras quedaron inconclusas, y 180 de ellas suspendidas, por administraciones anteriores; “en la época neoliberal quisieron privatizar la salud”, ha comentado Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México. 

“Hoy recuperamos el valor de un estado que tiene que ser fundamental en la planeación, en la garantía de esos grandes derechos, en lograr una población sana con sus derechos a salvo”. 

Comentario al que se suma Jorge Alcocer, secretario de salud, al asegurar que se requieren 8 mil millones de pesos mexicanos para rescatar estas obras que quedaron “en un abandono sistémico, hecho añicos y los escombros cayeron sobre las espaldas de los más pobres”. 

Bajo este diagnóstico letal, tenía que evitarse que los hospitales se vieran rebasados por la demanda de atención de los pacientes graves por la pandemia, y con ello surgió el nuevo término de la reconversión hospitalaria. En tiempos difíciles, acciones contundentes.

Al principio, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER era el único centro con experiencia en reconversión de sus instalaciones, pues en el 2009 enfrentó la pandemia de influenza H1N1; y se llegaron a atender más de 60 enfermos en terapia intensiva a la vez. 

Bajo los mismos lineamientos y la experiencia adquirida, ocho hospitales federales e institutos nacionales de salud han sido reconvertidos, total o parcialmente, para recibir a pacientes con covid-19, y sin acceso a seguridad social.

Una de las prioridades fue también la contratación de personal capacitado en el manejo de equipos de ventilación mecánica indispensables ante la emergencia por el virus. 

“Hoy, en la Ciudad de México la pandemia está contenida y se mantiene a la metrópoli en semáforo naranja con alerta”, como ha informado la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Para avanzar en el semáforo epidemiológico es necesario reducir el índice de positividad, y el número de personas hospitalizadas y de decesos, indicadores indispensables que son justamente los que se están conteniendo en la capital del país. 

La reconversión hospitalaria en las instituciones del Sistema de Salud de nuestro país ha garantizado que la organización de los servicios de atención médica se ejecuten bajo los principios de oportunidad, calidad y eficiencia de los recursos humanos, materiales y financieros en beneficio de la población, y con ello se incida en la prevención y control de la pandemia. 

Por otra parte, recordaremos por siempre la valentía, y humanidad de las médicas, médicos, enfermeras, enfermeros, camilleros, y todos los que permanecen en los hospitales. La lucha de los médicos mexicanos ante el covid-19 ha sido heróica. Durante una emergencia sanitaria los equipos médicos y otros miembros del sistema de salud se ven expuestos a una mayor demanda física y emocional, debido a factores como el incremento en las horas laborales, el trabajo continuo con pacientes en situaciones críticas, eventos potencialmente traumáticos, y la ansiedad vinculada con adquirir la enfermedad, entre otras. 

Debido a que los profesionistas de la salud son un componente esencial para lograr una adecuada gestión de la crisis, una de las prioridades debe ser el cuidado integral de su salud.

Entre otros aspectos, los médicos pueden manifestar agotamiento (Burnout), trauma vicario o síndrome de desgaste por empatía, uso y abuso de sustancias nocivas para la salud, depresión mayor y trastornos de ansiedad, y riesgo suicida.

El abordaje en nuestro país de la pandemia del covid-19 (declarada por la OMS una emergencia de salud pública de preocupación internacional el 30 de enero de 2020) ha sido multifactorial.

Todos debemos continuar contribuyendo para no bajar la guardia hasta que no haya una vacuna contra el coronavirus. 

La contención de la pandemia en la Ciudad de México no es fruto de la improvisación, sino de la aplicación de una serie de programas que han permitido disminuir el número de contagios en las colonias prioritarias, la ubicación de contactos de casos positivos, casa por casa para detectarlos, además de las medidas de prevención como uso de cubrebocas, sana distancia, lavado de manos y el aislamiento en casos positivos. El número de pruebas que se está realizando a la población es un factor que lleva a la contención. También, cada quince días se realizarán pruebas de coronavirus en las empresas con más de 100 trabajadores en la capital del país.

El gobierno de la Cuarta Transformación está recuperando el derecho a la salud de los mexicanos, para ello ha sido necesario fortalecer las instituciones con el acercamiento a la comunidad científica, la prevención, el freno a algunas actividades no prioritarias, todo lo anterior ha contenido el desbordamiento de la capacidad hospitalaria. 

¡No bajemos la guardia!