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¿Son las #FakeNews un peligro para México?

El mejor antídoto contra las fake news lo tenemos con los medios de comunicación responsables y con una sociedad más crítica | José Antonio Sosa Plata

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Escrito en OPINIÓN el

Las fake news se han convertido en uno de los demonios más temidos de la comunicación moderna. En las #Elecciones2018 partidos y candidatos tendrán que lidiar con estas manipulaciones informativas. Para algunos, serán una pesadilla. Sin embargo, otros las utilizarán como un arma de desinformación para atacar a sus adversarios.

El engaño político intencional


Siempre ha existido. Las motivaciones que lo provocan han ocupado espacios importantes en la lucha por el poder, de manera particular en la propaganda electoral y de guerra desde hace muchos siglos. Los detonantes de estas estratagemas son, entre otros, la amenaza, el desprestigio, la sátira, la provocación, el desvío de la atención o la creación de desorden o caos. En otras palabras, lo que pretenden es dañar la reputación de personas, grupos o instituciones.

Un negocio lucrativo


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La ignorancia, la falta de creatividad o la intención de provocar daño sin importar las consecuencias han creado un mercado que pretende sacar provecho de las experiencias internacionales que tuvo su origen con el desarrollo de los medios digitales y las redes sociales. En los últimos diez años el negocio de las noticias falsas ha desafiado los algoritmos y políticas de plataformas como Facebook y Twitter. En México, las fake news se han convertido en un negocio lucrativo.

Y las preocupaciones que provocan se han expandido por todo el mundo.

Las operaciones de intoxicación informativa a través de las redes sociales, las conocidas como fake news, son una amenaza, "no solo para la prensa libre, sino para la democracia misma"

La afirmación es de Antonio Caño, director de EL PAÍS, quien precisó que "si dejamos que fuerzas oscuras impongan sus mentiras a los ciudadanos indefensos, abriremos un camino seguro al autoritarismo”. En el mismo sentido, aseguró que con las fake news se acentuará el debilitamiento económico de los medios profesionales y la “proletarización del periodismo”. Por eso se cree que llegó la hora de detener su crecimiento.

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En algunos países ya se han tomado medidas más drásticas que las que aquí se han puesto en marcha. El gobierno del Reino Unido abrirá una Unidad de Comunicaciones para la Seguridad Nacional. El año pasado en Alemania se aprobó la Ley de Ejecución en Redes, en el marco de una gran controversia. Y en Francia está en proceso de aprobación la Ley de confianza y fiabilidad de la información, propuesta por el presidente Emmanuel Macron, cuyo objetivo es combatir las noticias falsas en los periodos electorales. En Estados Unidos se optó por una ruta original, audaz y diferente.

A principios de este año, el presidente Donald Trump creó los Fake News Awards. Se trata de un premio a las mejores noticias falsas del 2017, lo que en forma irónica se interpretó como una “réplica” del mandatario de los premios Pulitzer. En otro acto sin precedente, el Comité Nacional del Partido Republicano apoyó abiertamente la medida.

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Las fake news no son como las pintan


El engaño, la mentira y la manipulación son recursos casi inevitables de la #ComunicaciónPolítica. Los daños que pueden causar son grandes si los medios profesionales del ecosistema informativo no estuvieran preparados para desmentir o aclarar las noticias falsas. También se ha demostrado que cuando los medios tradicionales dan información falsa, los medios digitales y las redes responden con rapidez para desmentirlos. En el actual ecosistema informativo, se regulan unos a otros.

Durante los últimos años, en nuestro país no hemos enfrentado casos graves o que nos hayan puesto frente a algún peligro. En la cobertura informativa de los terremotos del año pasado, por ejemplo, superamos la prueba. La “regulación” y los equilibrios entre unos y otros medios funcionó. Por lo tanto, es evidente que no son necesarias más leyes ni la creación de organismos reguladores o unidades especializadas para mantener a las fake news bajo control.

Si bien es cierto que como sociedad nos falta mucho por aprender y experimentar en materia de #ComunicaciónDigital, también lo es que cualquier acto que trate de imponerles un freno desde el poder político sería un atentado contra la libertad de expresión y el derecho a la información que tanto esfuerzo y recursos nos han costado.

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