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Siguen y siguen los ataques de AMLO: ahora la UNAM

Está semana le tocó a la máxima casa de estudios, la UNAM y remató con los que somos orgullosamente egresados de esa casa de estudios

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Escrito en OPINIÓN el

La diarrea verbal del presidente de México no para, al contrario, parecería que su descomposición intestinal y cerebral avanza cual enfermedad incurable todos los días, al grado demencial de continuar hasta el último día de su estancia en el poder insultando instituciones y ofendiendo a más mexicanos. En lugar de proteger y apoyar cómo buen mandatario, los agrede como feroz enemigo de sus compatriotas.

Está semana le tocó a la máxima casa de estudios, la UNAM y remató con los que somos orgullosamente egresados de esa casa de estudios, así como también de la facultad de Derecho. Si bien es cierto que el mandatario no es egresado de dicha facultad, si lo es de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales y de la Universidad. Por cierto, un pésimo estudiante conocido cómo fósil.

Decir que la UNAM, “perdió su esencia se volvió individualista y defensora de proyectos neoliberales”, refiriéndose también a todas las universidades públicas del país. “Ya no hay los economistas de antes, sociólogos, politólogos, abogados, ya no hay derecho constitucional, ya el derecho agrario es historia, el derecho laboral, todo es mercantil, civil, penal, todo es esto, entonces, si fue un proceso de decadencia” declaró el presidente.

¿Qué sabe AMLO de universidades públicas y de carreras universitarias? Si fue un “burro” y sigue siendo un conocido y mediocre universitario con pobre, muy pobre formación académica, sólo basta escucharlo hablar y referirse a las “cosas” y a la “cosa pública” cómo lo hace todos los días. ¿Qué sabe el presidente de Derecho? Sino lo conoce, nunca lo ha conocido y por consiguiente lo viola y violenta a diario.

Aquí el único proceso en decadencia que vivimos es su gobierno y las nefastas políticas públicas que ha implementado, teniendo al borde del colapso las instituciones. Hoy en día la administración pública federal vive momentos de severa crisis de credibilidad por la falta de resultados en el objeto principal que tiene que brindar al ciudadano: los estímulos propios para generar beneficios sociales, cosa que no sucede.

Los mexicanos no podemos seguir viviendo en un estado de emergencia social permanente y constante, generado por el presidente de México que un día si y el otro también. Fomenta el odio y la división constante entre los ciudadanos, confrontando a los distintos estamentos de la sociedad a un odio y polarización cotidiana, erosionando las instituciones y lastimando a las personas con sucias y huecas palabras.

Hoy más que nunca, debemos organizarnos y estar preparados al llamado de la histórica hora de la revocación de mandato y mandar al diablo a un diablo que daña, lacera, divide y lastima a su pueblo, con la única intención de mantenerse en el poder y consolidar a su partido en el gobierno a cambio de todo.

¿No cree usted?

Dr. Carlos Díaz Abrego