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Si Guanajuato fuera una empresa

Si Guanajuato fuera una empresa ya habríamos roto relaciones comerciales con la Federación, a quien le pagamos impuestos y no nos regresa lo que nos correponde

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Escrito en OPINIÓN el

Si Guanajuato fuera una empresa -dijo Andrés Manuel López Obrador-, Carlos Zamarripa, el Fiscal del Estado, estaría despedido. 

Si en realidad Guanajuato fuera una empresa -siguiendo con la metáfora de AMLO-, se haría una evaluación real de desempeño de Carlos Zamarripa. Si fuera una empresa, se revisarían los indicadores sobre su trabajo y se evaluarían sus números con frialdad. Si Guanajuato fuera una empresa, no se harían conclusiones a la ligera ni se pedirían cambios, sin un diagnóstico serio y profundo.

Ojalá AMLO entendiera cómo funciona una empresa.

Si Guanajuato fuera una empresa, se determinarían responsabilidades sobre la seguridad y se descubriría que el número de muertos no es indicador de estabilidad o no. Si fuera una empresa, los altos directivos se darían cuenta que la Fiscalía Federal de Alejandro Gertz Manero no está haciendo nada para remediar el problema -no hay carpetas de investigación-, que el Ejército Mexicano no es la solución. 

Si Guanajuato fuera una empresa, se darían cuenta que el problema es mucho más profundo de lo que creemos. Y que la solución no es responsabilidad de un Fiscal General, ni de una sola persona.

Si los altos funcionarios de la empresa abordararan el problema con seriedad, entenderían que la salida del Fiscal Estatal no solucionaría nada. Comprenderían que deben poner a trabajar a la Federación en la integración de carpetas de investigación y que deben perseguir a los narcotraficantes y huachicoleros con toda la fuerza del Estado y dejar de aplicar la política de “Abrazos, no balazos” para encarar al crimen organizado.

Si Guanajuato fuera una empresa, habríamos entendido hace décadas que la amenaza del narcotráfico, algún día llegaría. Habríamos alertado que lo que ocurre en Sinaloa, Durango o Michoacán (el 35 por ciento del territorio nacional), era un riesgo alto que un día nos podría llegar. Si Guanajuato fuera una empresa, desde hace años habríamos exigido a la Federación que nos mandara policías federales para blindar la región.

Si Guanajuato fuera una empresa ya habríamos roto relaciones comerciales con la Federación porque no es un buen negocio. El peor trato de Guanajuato es con la Federación a quien le pagamos impuestos y no nos regresa lo que nos corresponde.

Lamentablemente México tampoco es una empresa y entonces no podemos ni siquiera revisar el pacto fiscal o romper el acuerdo comercial. Ni Guanajuato, ni México, tristemente, están sujetos a la supervisión y evaluación de una empresa.

Si México fuera una empresa, otra sería la historia. México sería una Nación próspera y exitosa. De entrada, tendríamos a un gerente preparado y educado en las mejores universidades, con gran visión y alto sentido de responsabilidad.

Si México fuera una empresa, seríamos una gran compañía con grandes ganancias. Las ventajas competitivas de la compañía, serían diversas, como los recursos naturales, la mano de obra calificada, el personal comprometido y miles de trabajadores que desean lo mejor para la empresa.

Si México y Guanajuato fueran una empresa, seríamos una gran potencia mundial.