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Retos para las fuerzas armadas

Ahora habrá que apoyarlas con recursos y no intentar desarticularlas cambiando su naturaleza. | Octavio Díaz García de León

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Escrito en OPINIÓN el

La idea: Después de la Segunda Guerra Mundial ya casi no hay guerras entre países. Éstas se limitan a incidentes regionales y no involucran confrontación entre naciones. En este contexto, ¿cuál debe ser el nuevo papel de las fuerzas armadas en México? Reconocer que la mayor parte de las amenazas a la seguridad nacional provienen del interior y deben enfrentarse con su auxilio.

No ha habido una intervención extranjera en nuestro territorio desde 1917, cuando el Ejército Americano invadió con 12 mil soldados al estado de Chihuahua persiguiendo infructuosamente a Francisco Villa.

Aunque México declaró la guerra a las potencias del Eje, la participación de nuestro país en la Segunda Guerra Mundial fue simbólica.

Desde 1945, las fuerzas armadas han tenido una labor orientada a atender asuntos internos y no a amenazas del exterior. En la década de los sesenta y setenta se combatieron movimientos guerrilleros de inspiración cubano-comunista que intentaban derrocar al régimen; el más reciente se dio en 1994 con el levantamiento armado del EZLN.

Por otra parte, desde mediados del siglo pasado, las fuerzas armadas también han auxiliado en el combate al tráfico de drogas, pero es en este siglo que han tomado un papel muy relevante en combatir a los cárteles de la droga.

Otra área de actuación destacada ha sido en el auxilio a la población en casos de desastres naturales.

Pero todas estas intervenciones han sido para atender amenazas y emergencias provenientes del interior.

El presidente electo ha anunciado cambios importantes en la estructura del Ejército al reintegrarle el cuerpo de Guardias Presidenciales y el Estado Mayor Presidencial, y ha dicho que quiere consolidar a las fuerzas armadas en una Guardia Nacional o Civil (Reconversión del Ejército).

Las Fuerzas Armadas fueron diseñadas primordialmente para proteger al país de la agresión de otros países. Si consideramos que es muy improbable que esto ocurra o que no podamos hacer nada frente a una agresión de Estados Unidos ¿cuál deberá ser su papel en el futuro?

Por principio de cuentas se debe reconocer que las fuerzas armadas se han dedicado a atender problemas internos en los últimos 73 años.

¿Se deben transformar en una Guardia Nacional, en una super policía o en una Guardia Civil? Probablemente no, porque implicaría desarticular instituciones muy sólidas que sirven al país.

Las fuerzas armadas son pieza clave en defender la seguridad nacional, ante el fracaso de las fuerzas policiales en enfrentar a la delincuencia organizada que intenta desplazar al Estado mexicano, o ante el surgimiento de nuevas amenazas tecnológicas provenientes del exterior.

 Algunas de estas amenazas son:

1.    Organizaciones criminales trasnacionales. Cuentan con redes logísticas para movilizar droga, lavar dinero y un alto poder de fuego. No solo se requiere a las fuerzas armadas sino la cooperación con otros países para combatirlas.

2.    Cárteles locales. Cuentan con alto poder de fuego, se refugian en lugares de difícil acceso y dominan grandes territorios, lo cual requiere fuerza militar para desarticularlos.

3.    Ciberguerra. La nueva forma de intervención de otros países en el nuestro es a través del ciberespacio. Por su dimensión y capacidades, se requieren fuerzas especiales para combatir esta amenaza.

4.    Fronteras y litorales. Se requiere tener el control de nuestros límites territoriales. Por ejemplo, de la porosa frontera sur.

5.    Terrorismo y subversión. Aunque poco probable, siempre existe la posibilidad de que surjan este tipo de grupos y deberán combatirse.

El futuro del Ejército

Estaría bien si en el futuro las fuerzas armadas dejaran de realizar tareas policiales, pero mientras la delincuencia organizada represente una amenaza a la seguridad nacional, la participación militar es indispensable.

Por ello requieren, entre otras cosas, lo siguiente:

1.    Marco Legal. Leyes adecuadas que les permitan actuar en el interior del país con todas las garantías. La Ley de Seguridad Interior es un avance.

2.    Equipamiento. Equipos modernos y de alta tecnología que estén adaptados a las nuevas tareas.

3.    Inteligencia y contrainteligencia. Equipos técnicos y humanos avanzados.

4.    Ciberseguridad. Contar con una sección dedicada a estas tareas, que sea altamente especializada, con recursos suficientes y una escuela de alto nivel.

5.    Aviones no tripulados y robots militares. Las nuevas técnicas militares requieren el uso intensivo de estas nuevas armas y México debería tenerlas.

6.    Fuerza naval. Ante la extensión de los litorales nacionales se requiere incrementar el número de embarcaciones con tecnología de punta, incluyendo naves no tripuladas, submarinos, misiles y otras armas modernas.

7.    Satélite militar. Hace falta un satélite para uso exclusivo de las fuerzas armadas para propósitos de recabar inteligencia.

8.    Entrenamiento y equipamiento policíaco. Algunas tareas contra la delincuencia requieren acciones de tipo policíaco por lo que es necesario desarrollar esas capacidades en las fuerzas armadas.

Desafortunadamente no estamos en una situación de paz interna y por lo tanto se requieren fuerzas armadas capaces de enfrentar las amenazas a la seguridad nacional provenientes en su mayor parte del interior del país.

Ahora habrá que apoyarlas con recursos y no intentar desarticularlas cambiando su naturaleza.

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