El lunes pasado inició el parlamento abierto sobre la Reforma Eléctrica en la Cámara de Diputados. La figura de parlamento abierto permite que tanto legisladores como especialistas académicos, empresarios y representantes de la sociedad civil se sumen al debate legislativo para enriquecer el proceso… sin embargo, el método que nació como un gran avance de la democracia deliberativa no tardó en viciarse por la manipulación de los invitados por parte de Morena y aunque muy probablemente haya una tendencia clara en los invitados autorizados, al menos el tema está abierto y no se quedará sólo en la campaña de mentiras que están promoviendo Morena y el presidente López Obrador…
La reforma propuesta es sumamente peligrosa para nuestro país por cuatro razones básicas:
1. Hará más cara la electricidad. CFE es el productor al que le sale más cara la electricidad. En el sector privado cuesta poco menos de 700 pesos la generación de megawatt/hora, a la CFE le cuesta 1,403 pesos. Por más que digan que no se va a encarecer por el simple hecho de que más de la mitad de la electricidad (por fuerza de ley) se tendrá que producir cara y contaminante, las consecuencias llegarán directamente al bolsillo del consumidor… además qué le buscan, lo mismo les pasó con su “gas bienestar” que sería el más barato por ser subsidiado, pero ya es incluso más caro que otras marcas…
2. Expulsan capitales y con ello empleos. Al obligar que el 54% del mercado sea monopolio de CFE se rompen acuerdos internacionales como el T-MEC, se defrauda a quienes invirtieron en temas energéticos y se cierra un rubro para la inversión que ya estaba abierto… esto quiere decir que se pierde confianza en el país y se rompe la certidumbre jurídica que genera inversiones. No está de más recordar que ya estamos ante el gobierno que más capitales (y con ello empleos) ha expulsado de México y parece que la destrucción del aparato productivo es un objetivo real… como lo fue en Venezuela y otros países que cayeron en dictaduras populistas… La reforma nos daña como país y como destino de inversión, por algo las quejas de los congresistas norteamericanos que quieren proteger (y con toda razón) las inversiones de sus paisanos.
3. Se ponderan las energías sucias. El 76% de la energía que genera la CFE se logra con quema de hidrocarburos o carbón. Monopolizar el mercado y enfocarlo al pasado involucra romper el Acuerdo de París, el T-MEC y seguramente más acuerdos internacionales… y aunque por lo visto esto no le preocupa a López Obrador, al menos debería preocuparle la salud de los mexicanos… cualquiera que viva cerca de una refinería o de una planta de generación eléctrica por combustóleo sabe de las consecuencias.
4. Apagones. El actual gobierno se ha visto superado en su capacidad de generación eléctrica una y otra vez… cuando hay frío que por las calefacciones, cuando hay calor que por los aires acondicionados… que si subió el precio del gas en Texas y no pueden comprarlo y se queda Juárez o todo el norte sin luz, que si una tormenta deja a más de 140 mil personas sin luz en la Ciudad de México… la ruta del monopolio es la ruta de los apagones y lo sabemos aquí como lo saben Venezuela y Cuba.
En fin, aprobar la reforma en sus términos representaría el peor retroceso en materia energética de la historia de nuestro país… por mucha promoción que le hagan, por muchos memes y argumentos absurdos es una mala reforma porque pondera la contaminación, el monopolio y la incertidumbre jurídica… se necesita otro tipo de reforma.