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Mecanismos de opacidad en la Secretaría de Salud II

Reserva de información y menos recursos para los programas de igualdad de género. | Adolfo Gómez Vives

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Escrito en OPINIÓN el

El combate a la corrupción ha sido el gran pretexto que el gobierno federal ha empleado para justificar sus errores en temas tan delicados como el desabasto de medicamentos o la suspensión temporal de los recursos destinados a refugios para mujeres en situación de violencia.

Lejos de actuar con las características propias de un gobierno abierto y transparente, la opacidad del Ejecutivo impide conocer con precisión, qué factores objetivos se toman en cuenta para la toma de decisiones.

En febrero de este año, el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, informó que los refugios para mujeres víctimas de violencia extrema no recibirían subsidios del gobierno federal “hasta analizar cuál es la mejor manera de utilizar el dinero para atender esta necesidad”.

Esto implica que, previamente, el titular de la SSA habría identificado actos de corrupción o ineficiencia en los procesos relativos al ejercicio de los recursos señalados y que, por tal motivo, su suspensión traería aparejada una nueva estrategia que permitiera su optimización.

Para conocer con detalle la supuesta problemática existente en torno de los recursos destinados a los refugios, solicité con folio 0001200112319, copia en formato PDF de todas las comunicaciones —(oficios, circulares, memoranda) relativas a la suspensión de la convocatoria pública para la asignación de subsidios para la prestación de servicios de refugio para mujeres, sus hijas e hijos que viven violencia extrema— provenientes de la presidencia de la República, del Órgano Interno de Control en la Secretaría de Salud, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de la Secretaría de Gobernación y del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.

El Comité de Transparencia de la Secretaría de Salud en sesión extraordinaria CT-148-19, resolvió reservar por tres meses la información que pedí, en razón de contener “opiniones, recomendaciones y puntos de vista sobre las posibles consecuencias que tendría la suspensión de la convocatoria referida”, a pesar de que tal suspensión ya había sido anunciada por quien ocupaba la dirección general adjunta de Salud Reproductiva, doctor Rufino Luna Gordillo.

Esto significa que, para la Secretaría de Salud, el proceso deliberativo que concluyó con la suspensión provisional de los recursos para los refugios que atienden a mujeres víctimas de violencia, debía reservarse hasta en tanto esa dependencia del Ejecutivo hubiera diseñado una nueva estrategia de uso de los recursos públicos destinados a esa necesidad. A la fecha, no se sabe en qué consiste la nueva estrategia, ni cuáles fueron los hallazgos derivados de la revisión de sus procedimientos.

Por el contrario, se puede establecer con claridad la intención del gobierno federal de reducir el presupuesto destinado a las mujeres, a efecto de favorecer los programas insignia del presidente de la República que, por cierto, carecen de reglas de operación, lo que imposibilita auditar su destino e impacto real.

Dice Lucía Lagunes Huerta, directora general de Comunicación e Información de la Mujer (Cimac), que si se analiza el proyecto de presupuesto para 2020, existe un incremento importante de recursos en el anexo 13 denominado Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, al pasar de 64 mil millones que se destinaron para este año a 100 mil millones de pesos para 2020.

Pero el dato resulta engañoso, pues “el aumento se concentra en 12 programas dedicados a la entrega directa de dinero, los cuales suman 23 mil millones de pesos de la partida, mientras que los programas dirigidos a construir igualdad entre mujeres y hombres enfrentan recortes”: 21 por ciento menos para salud materna, sexual y reproductiva; el programa para “Promover la atención y prevención de la violencia contra las mujeres” requiere, cuando menos, 417 millones de pesos, pero el Ejecutivo propone darle únicamente 267. Las mujeres indígenas, de comunidades rurales y con menos recursos económicos serán las más afectadas.