Desde la publicación del Nuevo Reglamento de Tránsito ha pasado ya casi un año y casi ocho meses desde su aplicación. La importancia de este instrumento es que trajo consigo la primera parte de la implementación de la actual política de seguridad vial.
Posteriormente, en el mes de marzo el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera anunció junto a la Organización de las Naciones Unidas y la Federación Internacional de Automovilismo, la adhesión de la CDMX a la Visión Cero (política internacional diseñada para disminuir al mínimo las muertes y lesiones por hechos de tránsito).
El tiempo que ha transcurrido sirve para analizar los primeros resultados de estas decisiones, a unos meses lo más destacable es la disminución en 18% las muertes por hechos de tránsito, en el lapso del 15 de diciembre de 2015 al 14 de julio de 2016, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
De igual forma se registró una disminución de 77.8% los decesos en ciclistas, mostrado como unos de los actores más vulnerables y que se colocan gracias al nuevo modelo de movilidad en la cima de la pirámide. Mientras que los peatones, el otro actor vulnerable, tuvo una reducción de 24.4% las muertes por hechos de tránsito.
El Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), también da a conocer un dato revelador, las llamadas de emergencia para atender hechos de tránsito disminuyeron en un 50% en comparación con el mismo semestre del año previo, lo que demuestra que la disminución de “accidentes” se puede observar desde distintos ámbitos.
Una cifra que da cuenta de la importancia de este nuevo reglamento con Visión Cero, es que a seis meses el número de infracciones emitidas por la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, disminuyeron en un 42,5%. Esto se puede traducir como una aceptación y convencimiento de los ciudadanos por aceptar estas nuevas medidas.
Recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda en su Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2015, establecer límites de 50 kms/hr con la posibilidad de que estos puedan reducirse de acuerdo a las vialidades y necesidades de cada ciudad.
El argumento para dicha medida según estudios de la misma OMS, es que un peatón tiene menos del 20 % de probabilidades de morir si es atropellado por un automóvil que circula a menos de 50 km/hora pero casi un 60 % de posibilidades si es atropellado a 80 km/hora.
Son más casi ocho meses que han transcurrido con estas nuevas medidas de seguridad vial y otras que están por incluirse, pero el corte al primer semestre reflejan cifras positivas que demuestran lo que se dijo hace unos meses cuando se lanzó el reglamento, estas acciones son para salvar vidas. Mantener y reforzar las políticas de seguridad vial es una decisión acertada en la CDMX.