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¡Manotazo de Obrador a Reforma y El Universal!

El problema no es la prensa mexicana crítica, tampoco los periodistas. | Ricardo Alemán

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Escrito en OPINIÓN el

Sólo era cuestión de tiempo para que apareciera el manotazo autoritario y represor del gobierno de López Obrador; manotazo al mejor estilo de los populistas Luis Echeverría y López Portillo.

¿Y por qué sólo era cuestión de tiempo?

Porque de manera escandalosa se acumulan los fracasos del gobierno de López, al grado de que resulta inocultable que falló en seguridad, violencia, economía, empleo, crecimiento económico, salud y, sobre todo, en bienestar.

La prioridad de AMLO en el discurso, los pobres, se trucó en maldad para los que menos tienen; ya que en los dos primeros años de Obrador se sumarán a los pobres, por lo menos 12 millones más de mexicanos.

Por eso, para la escasa prensa mexicana que se atreve a decir la verdad, que tiene la honestidad de revelar la “película de terror” que se vive en México, resulta inocultable tal fracaso y es inaplazable la crítica.

Y entre esa escasa prensa crítica están diarios como El Universal, El Financiero y Reforma; garbanzos de a libra que cada día son más intolerables para un gobierno fallido, como el de AMLO, que apuesta a la complicidad total o, por el contrario, al manotazo autoritario.

Y es que en la mañanera de ayer –martes 26 de mayo del 2020–, y ante la contundencia periodística de las mentiras oficiales, Obrador no sólo estalló contra sus críticos, sino que llamó “mentirosos” a los diarios El Universal y Reforma, por cometer el “pecado capital” de decir la verdad y de criticar.

Resulta que, según el presidente, es casi “traición a la patria”, denunciar las mentiras oficiales y no prestarse al “engaño mañanero de Estado”.

Así, los medios que se nieguen a ser voceros de un gobierno mentiroso –como el de AMLO–, son enemigos del poder, del presidente y del pueblo bueno, con todo lo que ello signifique.

Por eso, en un impensable manotazo autoritario, Obrador pidió a El Universal y a Reforma “deponer” la crítica, lo que significa, en los hechos, invitar a los dos periódicos a convertirse en sepultureros de la democracia.

¿Y por qué sepultureros de la democracia?

Porque cuando de manera pública el presidente exige a El Universal y a Reforma que olviden su labor crítica y se sumen “al engaño mañanero de Estado”, lo que Obrador les pide es que se sumen a la complicidad para acabar con la democracia; para aniquilar libertades fundamentales, como la libertad de expresión y el derecho a la información verdadera.

Y, en efecto, los aplaudidores lopistas pueden decir misa y hasta pueden retorcer la realidad con las maromas más espectaculares.

Sin embargo, lo que nadie podrá ocultar es el escandaloso fracaso del gobierno de AMLO; fracaso en todos los frentes, a la vista de todos y, sobre todo, fracaso ya detectado en todo el mundo.

Y es que, el problema no es la prensa mexicana crítica, tampoco los periodistas y los pequeños espacios de crítica, el problema es el presidente mismo, su ignorancia, su analfabetismo y su estulticia.

En realidad, lo que busca López Obrador –al amenazar a El Universal y a Reforma–, es conseguir la complicidad de esos medios para su “proyecto de engaño nacional”; busca que se sumen al coro mediático que todas las mañanas aplaude sus mentiras, sus errores, sus torpezas y sus fracasos.

Y si dudan, basta revisar el tono perdonavidas, autoritario y dictatorial del discurso amenazantes de AMLO.

“No quiero estar señalando siempre al Universal o al Reforma… los convoco a que depongan esa actitud… (a deponer la crítica), porque si no me veré obligado… no es que les tenga yo mala fe o los vea con malos ojo, no tengo enemigos ni quiero tenerlos… pero como presidente de México tengo la obligación de informarle al pueblo… existe el derecho del pueblo a la información… Entonces, si dejo pasar una noticia falsa y luego otra y otra y otra… pues es vivir en la confusión de un mundo enrarecido… eso no es bueno… ya de por si es fuerte lo que sucede con una pandemia como ésta…”.

Es decir, resulta que la palabra presidencial es la única palabra verdadera en México.

Resulta que en el México de AMLO no existe más que la verdad oficial y ay de aquel que piense distinto, que dude de esa verdad, que cuestione la verdad oficial, porque entonces será perseguido y llevado al cadalso.

Y, también por eso, la pregunta.

¿Aguantarán la presión dictatorial de AMLO, El Universal y Reforma?

Al tiempo.