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Las clases y la pandemia

Perder el año escolar o perder la vida. Ese es el dilema. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

Perder el año escolar o perder la vida. Ese es el dilema. Hay un inminente regreso a clases que más que emoción genera incertidumbre en la sociedad por la creciente ola de contagios.

Los padres tienen en sus manos la vida de sus hijos. Hay que evaluar si las escuelas tendrán los controles sanitarios necesarios para evitar contagios.

Al firmar una carta bajo el principio de corresponsabilidad o responsabilidad compartida significa que las autoridades educativas no se responsabilizan al ciento por ciento de los menores.

Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha descartado que se pida esa carta en algunos colegios se sigue insistiendo en ello, con lo cual las autoridades educativas quitan cuerpo de la responsabilidad en caso de contagios.

La niñez mexicana está a punto de correr un alto riesgo con peligro de perder vida debido a la decisión-cerrazón del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador de que hay que salir al mundo y enfrentarse a esta realidad.

Al jefe de Estado, que ya ha vivido muchos años, no le importa la vida de quienes comienzan a vivir y eso sí es preocupante.

Es una irresponsabilidad, de su parte, abrir las escuelas cuando la pandemia está cobrando miles de muertes.

AMLO es el mismo irresponsable que se ha negado a usar cubrebocas y dice que es innecesario porque, al haber padecido covid-19, “ya no contagia” y también porque quiere subrayar que México no es autoritario sino un país libre “donde cada uno tiene que asumir su responsabilidad”.

Y con ese mismo desparpajo quiere ahora que los niños retornen a clases en los próximos días.

Lo que pretende ignorar el presidente es que los niños expandirán la enfermedad y el país será un caos. Los protocolos son insuficientes frente a los niños inquietos que andarán jugando, abrazándose y quitándose las mascarillas.

El argumento barato de algunos despistados que de todo quieren hacer controversia, es que algunos padres van a playas y supermercados con los niños. Sí, pero no son todos los niños ni todos los padres.

Aquí prima el sentido de responsabilidad social de la que carece quien hoy ostenta la figura de presidente de la República.

Me ha tocado ver en hospitales de Chiapas a padres angustiados que llevan a sus hijos a internarlos por covid, y he visto a cientos de personas haciendo colas para comprar oxígeno.

Esto aún no ha parado pero a muchos padres parece que les estorba tener a sus hijos en casa. Algunos aún no dimensionan el problema. Pretenden ignorar que muchas personas, a pesar de estar vacunados, se están muriendo y que los pobres médicos y enfermeras ya no tienen energías para atender a tanto enfermos.

Pero como el interés del gobierno y de los sectores económicos es reactivar la economía aunque mueran los niños pues pareciera importarles poco el asunto.

Difícil panorama en un empobrecido país donde enfermarse es un verdadero calvario. No todas las familias tienen ISSSTE, Seguro Social o servicio médico particular. Millones están en la pobreza y no tienen ni para una caja de paracetamol menos para rescatar de la muerte a un enfermo de covid.

Maestros y padres de familia debieron participar en la decisión de si se retorna o no a clases y no dejar en manos de un presidente que desde hace rato perdió la brújula y sus decisiones seniles están llevando al caos a este país.

La decisión es ahora tuya apreciado padre de familia.

Con los niños ¡NO! presidente. Respete si quiere respeto y no gobierne de espaldas al pueblo.