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La nueva normalidad y la renuncia

AMLO es el peor presidente que he visto en gestión, también el que más daño le ha hecho al país. | Julio Castillo López

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Escrito en OPINIÓN el

El concepto de nueva normalidad impulsado por el gobierno ha quedado bastante difuso y más allá de que las ideas del semáforo y los pasos a dar son interesantes, parece que todavía estamos lejos de poder alcanzar la normalidad, seguimos en una tendencia ascendente tanto de contagios como de muertes y siendo un poco más profundos es posible que simplemente no vuelva a ser como antes.

El primero en salir fue el presidente López Obrador. En una gira por tierra en donde se usaron decenas de vehículos blindados rentados (porque subastaron los del gobierno) y con cientos de militares y cuerpos de seguridad protegiéndolo se fue a hacer eventos vacíos con colaboradores con tapabocas y él, dando todos los malos ejemplos posibles mientras hablaba de su Tren Maya; al que parece que a nadie le importa porque un proyecto tan grande, enfocado al turismo y con un mundo tan desordenado y en el que simplemente no hay luces de cuándo vuelva ha haber turismo, resulta un monólogo sin eco en el que francamente parece que el presidente simplemente vive en otra realidad.

Si embargo, más allá de las imprudencias del presidente López Obrador, la “nueva normalidad” está lejos y en ciertos oficios en realidad se podría posponer muchísimo. Alemania, por ejemplo, destinó grandes fondos especiales para la cultura y los artistas porque la cultura es prioritaria y las actividades culturales están lejos de “normalizarse”. Aquí, por el contrario, se eliminaron los fideicomisos que apoyan la cultura y en plena pandemia somos testigos de cómo los cineastas luchan porque se mantengan… no está de más mencionar que ciertas actividades artísticas como tener una orquesta o hacer una película, no son gastos que se puedan afrontar individualmente.

Por otro lado, muchos medios sociales y laborales están parados y son correlativos, eso hará que la nueva normalidad sea muy compleja. Cómo esperan que vuelvan las personas a trabajar en amarillo, naranja o hasta rojo (los que deben) si las escuelas no se reactivan hasta verde… la realidad funciona de forma coordinada y nuestra normalidad la construimos gradualmente.

El nuevo mundo podría ser otro al que conocemos; podríamos estar viviendo el cambio más profundo y más abrupto de la humanidad. Sin solución simplemente no volverá a haber lugares públicos concurridos y eso elimina a la mayor parte del arte, el comercio, los deportes, la industria y las escuelas… entre muchos otros… y con solución (vacuna o cura) será cuestión de esperar la siguiente pandemia, que según dicen los que saben serán cada vez más frecuentes.

En otro tema y sin demeritar el esfuerzo de la sociedad civil del fin de semana pasado exigiendo la renuncia de López Obrador, es importante dejar claros algunos puntos:

· Pedir la renuncia de un presidente es pedir que se viole la Constitución y no se respete el término para el que fue electo.

· Concuerdo no sólo en que López Obrador es el peor presidente que he visto en gestión, también es el que más daño le ha hecho al país tanto dividiéndolo como minando las instituciones democráticas.

· Sin embargo, no creo que pedir su renuncia sea la respuesta; se le debe quitar la mayoría en el Congreso en el 21 e ir acotando para que no haga tanto daño, pero pedir que se rompa la ley para quitar a alguien que está rompiendo la ley es caer en el mismo absurdo.

· Tener una Constitución es creer en la letra escrita y en que todos debemos ser regidos y juzgados bajo las mismas condiciones o, dicho de otra manera: tener una Constitución es no tener por qué confiar en las personas y en su criterio, sabemos qué se tiene que hacer y cuándo se puede y se debe hacer.

Sacar a un presidente antes de tiempo nos llevaría a una inestabilidad que podría llevar décadas superar… que simplemente no volvamos a tener un mandatario de 6 años y que cada vez duren menos.