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La NCT y la FESIIAAAN, las nuevas siglas sindicales de la 4T

Martín Esparza y Napoleón Gómez Urrutia quieren hacer la competencia a la CTM

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Escrito en OPINIÓN el

Con el triunfo de un nuevo sindicato de izquierda en la General Motors, se fortalecen dos nuevas organizaciones sindicales ligadas a la 4T: la Nueva Central de Trabajadores (NCT) liderada por el ex líder del SME, Martín Esparza; y la conferación de sindicatos de la industria automotriz llamada la FESIIAAN (Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neumático).

Estas dos organizaciones están ligadas al movimiento sindical de la General Motor que logró quitarle el viejo contrato colectivo a la CTM del PRI.

La Nueva Central de Trabajadores, creada en el 2014, es un intento del desaparecido Sindicato Méxicano de Electricistas (SME) por hacer una nueva organización. Ellos han tratado de agrupar a los sindicatos de izquierda en México, mediante el liderazgo de Martín Esparza, líder del SME y secretario general de la NCT. Ellos cuentan con el apoyo de Napoleón Gómez Urrutia, el líder minero que estuvo prófugo en Canadá y que ahora regresó para ser senador de la República de la 4T.

La otra organización que salió fortalecida fue la FESIIAAN (Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neumático). Esta organización fue creada en noviembre del 2018, cinco días antes de que arrancara el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y está operada por Martín Esparza y sus colaboradores del SME y por Napoleón Gómez Urrutia. De hecho, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgico y Similares de la República Mexicana, propiedad de Napoleón Gómez Urrutia, es miembro fundador de la FESIIAAN.

La Federación de Sindicatos de la Industria Automotriz es un intento de Martín Esparza y Napoleón por entrar a las grandes empresas internacionales en México, con el apoyo de la Cuarta Transformación. Una de las principales asesoras del movimiento de GM Silao fue Claudia Patricia Juan Pineda, colaboradora cercana de Arturo Alcalde, el padre de Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo en México.

Así que el triunfo en GM Silao también es un triunfo del SME y de Napoleón.

La General Motors no es la única empresa de Guanajuato que ha legitimado su sindicato, como lo establece la reforma laboral y el compromiso con el nuevo tratado de libre comercio T-MEC. Ya van más de 300 empresas de la industria automotriz y de otros sectores que han hecho el proceso de legitimación en el Estado.

Lo que sí es cierto es que la General Motors en la empresa más grande e importante que ha realizado la legitimación, y no solo en Guanajuato, sino en todo el país. Y el caso llamó mucho la atención porque en la General Motors de Silao perdió el contrato colectivo la CTM (Confereración de Trabajadores de México) y ahora ganó el nuevo contrato un sindicato independente de trabajadores (asesorados por el Sindicato Mexicano de Electricistas, SME).

El sindicalismo mexicano toma un nuevo rumbo con estos acontecimientos.

Por primera vez en la historia, un grupo de trabajadores pudo hacer un movimiento de inconformidad, pedir la legitimación y ganar una elección interna para rechazar el contrato de la CTM que venía desde hacía 27 años. Por primera vez los trabajadores expulsan al sindicato charro y crean su propio sindicato para negociar directamente con la empresa.

Esto se pudo hacer debido a la reforma laboral de mayo del 2019, impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La reforma obliga a todos los sindicatos del sector privado y gubernamental a hacer un proceso de legitimación antes del 2 de mayo del 2023, en donde los trabajadores tienen que votar para aprobar o rechazar el contrato colectivo de trabajo. Esta reforma se hizo por petición de los gobiernos de EU y Canadá en la firma del nuevo tratado de libre comercio T-MEC, firmado justo cuando Andrés Manuel López Obrador asumía el cargo como Presidente de México.

Los gobiernos de EU y Canadá habían argumentado que era necesario que las empresas en México mejoraran las condiciones laborales de los trabajadores que eran dominados por contratos de protección patronal operados por la CTM.

A final de cuentas, el gobierno de México cedió ante la presión de EU y Canadá, y firmó los compromisos del capítulo 23 del T-MEC y llevó a cabo la reforma laboral.

Eso ha provocado que todas las empresas tengan que hacer su proceso de legitimación. A nivel nacional ya son casi 3 mil sindicatos que han realizado la legitimación, pero solo 12 han logrado derrotar al sindicato blanco creado en la época del PRI.

Derrotar al sindicato de la CTM o de la CROC no es fácil en la legitimación.

En el caso de la General Motors se hizo porque ahí estuvieron involucrados los asesores de Martín Esparza, el secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas. Ellos trabajaron durante casi dos años para infiltrar la empresa, convencer a los trabajadores y ganar la votación. El resultado está a la vista: un nuevo sindicato de izquierda, asesorado por el SME, negociará con la General Motors las nuevas condiciones de trabajo de una planta que tiene 6 mil 500 trabajadores. De las puras cuotas sindicales son más de 30 millones de pesos al año.

Este triunfo pudo hacerse con la asesoría de Martín Esparza y de Napoleón Gómez Urrutia. Ellos además contaron con el apoyo del canadiense Jerry Días, el líder del poderoso sindicato UNIFOR de Canadá, el cual tiene el contrato colectivo de General Motors en Canadá. Por eso el movimiento obrero de GM adquiere un valor especial: Lo que no pudo hacer el PAN en 12 años, lo está haciendo Morena en 3 años.

Eso significa que estamos solo en el principio de un nuevo movimiento sindical de izquierda en México. Los líderes sindicales ligados a la 4T no vienen por una empresa automotriz y punto. Esto es solo el comienzo. Ellos vienen por todo.