La clase media en el mundo es la que aglutina el mayor peso económico, social y político en las sociedades modernas y democráticas. También en este segmento de la sociedad se fraguan los grandes cambios políticos en las comunidades hartas de sus gobiernos, de sus partidos políticos y de los regímenes autoritarios.
En la mayoría de los países desarrollados y democráticos la composición de la clase media fluctúa entre el 60 % de su población, así como los países que integran la OCDE es del 61% (México es miembro desde 1994) pero nuestro país integra el 45% de la población de clase media. Está claro que entre los 37 países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, los equilibrios económicos, sociales y políticos son muy diferentes.
La llamada clase media en México se debate hoy en día entre la vida y la muerte. ¿A que me refiero? Nunca como hoy, los mexicanos pertenecientes a dicha estratificación social peligran como nunca antes su permanencia a este segmento, ya que ven cómo la precaria realidad social que hoy vivimos todos los mexicanos, puede alcanzar la “llama” de la pobreza y ver muy cercana la posibilidad de transitar a la clase baja.
Es prácticamente imposible pensar que la nueva realidad que vive el país con una crisis económica y política nunca antes vista como la que ha creado el gobierno del presidente López Obrador, no tenga efectos en la posición de distintos grupos sociales en la estructura social mexicana. Evidentemente ha sigo un gran error en el discurso de AMLO y sus políticas públicas dividiendo y confrontando a pobres, clase media y ricos.
Aún cuando la estrategia del presidente y su gobierno va orientada a pulverizar y acabar con la clase media, para que ésta transite lo antes posible a la clase baja y así convertir más pobres en México y después hacer lo mismo con los ricos a quién odia con odio tabasqeño, para transferirlos poco a poco y bajen de estamento social a la clase media y así estar en condiciones de contar con una gran población de pobres y una comprimida clase media; la posibilidad de romper con su plan socialista está en la manos de la misma clase media y alta.
¿A que me refiero? El próximo año es crucial para romper y aniquilar los planes de López Obrador donde el presidente pretende consolidar su estrategia política obteniendo nuevamente la mayoría en el Congreso y así lograr la raquítica transformación del país con una Cámara de Diputados Federal subordinada como la actual, a todos sus caprichos y ocurrencias de acabar con las instituciones públicas y dejar los cimientos para el 2024 con un nuevo gobierno emanado de MORENA.
A todo ello hay que agregar la renovación de 15 gubernaturas, de las cuales solamente hoy una de ellas, Baja California es del partido del presidente y las 14 restantes pertenecen al PRI, PAN, PRD y Nuevo León con gobierno independiente. Y por supuesto la renovación de presidencias municipales y diputaciones locales en prácticamente todo el país.
Para lograr que por ningún motivo suceda que el 6 de junio del 2021 López Obrador y su partido MORENA puedan seguir aniquilando a la clase media mexicana, tenemos que salir a la calle todos aquellos que orgullosamente pertenecemos al segmento medio de la sociedad; me refiero a los médicos, enfermeras, personal administrativo que labora en la iniciativa privada, en el gobierno municipal, estatal y federal, amas de casa, arquitectos, ingenieros, abogados, contadores públicos, etc, etc……
A todas aquellas familias mexicanas que por culpa e ineptitud del actual gobierno perdieron a seres queridos por el pésimo manejo de la pandemia del COVID-19, a aquellos hombres y mujeres que fueron privados de su trabajo por revanchismos y politiquería del gobierno de la 4T, a esos millones de mexicanas y mexicanos que perdieron su trabajo porque el gobierno de AMLO no quiso ayudar con estímulos económicos para reactivar los puestos de trabajo; a salir a votar TODOS sin excepción en contra de los candidatos de MORENA.
Está en nuestras manos, de nadie más.
¿No cree usted?
Dr. Carlos Díaz Abrego