El nuevo gobernador de Nuevo León, Samuel García, del Movimiento Ciudadano, plantea un nuevo comienzo en la relación con el Gobierno Federal. Samuel habla de un nuevo pacto fiscal con la Federación. Es un tema que se ha planteado desde años en Guanajuato.
El pacto fiscal con el Gobierno Federal no es favorable para los estados. Ni para Nuevo León, ni para Jalisco, ni para Chihuahua, ni para Guanajuato.
Hace 30 años, Carlos Medina Plascencia, lo planteó en Guanajuato cuando llegó a la gubernatura. Hace 25 años, Vicente Fox lo volvió plantear desde el Gobierno del Estado. Y hoy día lo ha dicho el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. Urge la revisión del pacto fiscal en México.
Aunque nunca ha respondido la Federación ante esta petición.
Los presidentes en turno hacen como que no escuchan y nunca responden a las peticiones de los gobernadores durante décadas.
El problema es que la injusticia del pacto fiscal solo se aprecia desde los estados y no se ve desde México. Desde la Ciudad de México no se aprecia la necesidad del nuevo pacto fiscal. Al contrario, allá están muy contentos, recibiendo el pago de los impuestos de los estados y regresándonos menos de lo que enviamos.
Por lo mismo, la revisión del pacto fiscal federal, no va a venir del centro hacia afuera. Tiene que venir de afuera hacia adentro, desde Nuevo León hacia la Ciudad de México, desde Jalisco hacia al centro, desde Guanajuato hacia la capital del país.
Guanajuato ha padecido el pacto fiscal desde 1978 cuando se definió el sistema tributario entre las entidades federativas y la Federación. Y más ahora que el Gobierno Federal ha recortado más de 28 mil millones de pesos en tres años y no nos dan ni una explicación. Nos recortan recursos y ni nos avisan. Nos quitan dinero y no nos escuchan.
Ojalá que ahora sí se haga un reclamo formal desde Nuevo León.
Sería importante que ahora sí se lleve el tema a los tribunales y se haga una petición oficial sobre el pacto fiscal. Y es que resulta absurdo que el Gobierno Federal decida siempre sobre la distribución de los recursos, sin siquiera consultar a los estados.
Es una arbitrariedad. Un atropello a los estados. Una injusticia que se ha mantenido desde hace décadas y que no ha habido una respuesta oficial del Gobierno Federal.
Aunque ciertamente no parece ser un buen momento para plantear el tema. El presidente Andrés Manuel López Obrador ni siquiera recibe a los gobernadores en el Palacio Nacional cuando le piden una cita para dialogar. Menos escuchará sus quejas y peticiones sobre la distribución de los recursos y la revisión del pacto fiscal.