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El desempleo, negocio de vivales

"La necesidad de encontrar un empleo hace ver las cosas borrosas". | Manuel Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

El desempleo se ha convertido en un drama que aún no tiene solución en el corto plazo y para otros, en un negocio. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al mes de enero reportó 2.6 millones de personas que se encontraban sin trabajo, cifra que representó 421 mil personas más que el año 2020, de quienes estaban disponibles y buscando trabajo.

La desesperación de los que buscan trabajo los hace fácil presa de vivales que les ofrecen conseguir un empleo a cambio de cuotas de recuperación, cursos de capacitación, gastos de administración o equipos de trabajo que nunca se comprueban.

La Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) tiene registradas 434 agencias de colocación de manera oficial, pero existen otras que operan por la vía de los hechos sin autorización alguna aparente.

Una de estas supuestas agencias opera a pocos metros de la STPS en la calle de Morena 811, primer piso, Colonia Narvarte Poniente en la Alcaldía Benito Juárez, mientras que la dependencia oficial se encuentra en el número 804, apenas a siete números de distancia.

En un relato que hace Fernanda Martínez Alvarado, egresada de la carrera de derecho en la Universidad Autónoma Metropolitana menciona que, al estar en las entrevistas, cuestionó la legalidad de esa empresa por el dinero que solicitan:

“Claro que somos legales, estamos a unos pasos de la STPS y no los podemos defraudar”.

Sin embargo, ocurre lo contrario, a los cientos de personas que acuden a esas oficinas, les solicitan 260 pesos para una supuesta credencial sin que haya recibo fiscal de por medio.

“En el segundo día te solicitan 3 mil pesos para un celular y a otros más se atreven a pedirles 21 mil pesos para una computadora para ver si caemos en el engaño. Mientras tanto te ofrecen puestos de vendedora de perfumes, paletas y todo tipo de productos para aparentar que se trata de empleos formales”.

Esta empresa que opera también en la calle de Balderas número 33, a una calle del metro Hidalgo y la entrada es en la Farmacia de Similares de ese lugar en la Ciudad de México, donde llegan todos los días cientos de incautos.

Fernanda Martínez, la víctima del engaño relata indignada:

“Te condicionan un supuesto salario sólo si reclutas más gente que pague. En esta tercera entrevista con directivos a todos nos pidieron copia del INE, comprobante de estudios, comprobante de domicilio, acta de nacimiento, CURP, y todos estos documentos personales se los quedaron ellos en copia, saben todo de ti si los denuncias”.

Actúan de manera informal para evitar que alguna autoridad los detecte:

“Me llamó la atención que no había logo de la empresa por ningún lado, ni equipo de oficina instalado, se notaba que las oficinas estaban rentadas ocasionalmente, pero la necesidad de encontrar un empleo hace ver las cosas borrosas”.

En la primera entrevista parecía un empleo formal, me pidieron mi currículum, me hicieron un par de preguntas ordinarias de cualquier trabajo, dónde vivía, cuáles eran mis necesidades económicas, experiencia laboral, etc. Después de ello un licenciado de nombre Noé me dijo que sólo quedaba vacante de auxiliar administrativo y acepté, me dijo que eran corporativo delta y que trabajaban con muchas empresas que, en palabras de él: “Ahorita no me podía decir”. Me citaron al siguiente día a las 12 en las mismas oficinas y todo fue aún más raro. En esa segunda cita era para una supuesta “evaluación proyectiva”.

Fernanda sigue relatando:

“El segundo día en la evaluación proyectiva comenzó a darme desconfianza pues nos reunieron a todos los que nos estábamos postulando (cerca de 30 personas) en un salón muy chico y sin ventilación, cuando las indicaciones del semáforo epidemiológico no permiten eso. En este salón había postulantes de todo: pasantes en derecho, contadores, ingenieros en sistemas, pasantes de comunicación y gente que sólo tenía la prepa. Y en esta evaluación pasó algo más raro, comenzaron a regañar a todos los que vinieran acompañados y dijeron que afuera tenían cámaras y comenzaron a amedrentar.

“Al final de esta 'evaluación' se nos seleccionó a sólo algunos, nos citó al siguiente día para presentarnos con un directivo el cual comenzó a darnos el típico sermón de que para ganar primero teníamos que dar, que éramos una generación de 'pedinches'”.

Pago de credenciales y material:

Después de tal sermón nos dijo que para poder ingresar necesitábamos pagar unas credenciales de $260, sacó un supuesto artículo de la Ley Federal del Trabajo (LFT) de que como el “contrato era voluntario” teníamos que pagar el material, yo estaba segura que esto no era así, pero quería verificar la veracidad del artículo de la LFT y cuando me sorprendió sacando mi celular me regañó diciendo que si no me interesaba no les hiciera perder su tiempo y sólo dije que quería revisar la ley y me dio otro sermón de “gente conformista”, prácticamente así me llamó y, que me podían demandar por “difamación”.

“Salí de ahí y quise investigar más de este supuesto corporativo Delta S.A. de C.V. y me encontré con que muchas personas han caído en esa estafa: desempleados y hasta defraudados”.