Un temblor nunca antes visto ni sentido en Guanajuato -de 4.5 grados en escala de Richter-, nos puso a temblar a todos.
El 2021 ciertamente fue un año de temblores en todos sentidos en el Estado.
Una pandemia que no termina.
Una estela de muerte y dolor por la guerra del narcotráfico.
Y la incertidumbre por la economía.
Sin dinero. Sin trabajo. Sin eventos públicos. Sin actividad económica.
Un año marcado por la recesión, con poca actividad industrial, con fábricas de zapato semi paralizadas y con paros en las plantas automotrices.
La sacudida fue en varios ámbitos de la vida pública. Las escuelas medio cerradas. Las empresas al 50 o 60 por ciento. Y los negocios con problemas para volver a la normalidad.
El segundo año de la pandemia nos ha puesto a temblar.
La inflación supera el 7.45 por ciento en México, la economía no crece y los sueldos están atorados. Muchas personas todavía no recuperan sus ingresos, ni sus ventas.
Hay muchas casas en remate. Los empresarios han tenido que vender propiedades para encarar la emergencia económica y para pagar sueldos. Los servicios gubernamentales no han regresado a la normalidad, empezando por las escuelas.
Guanajuato aún sufre la pandemia. El Poliforum, que tenía hasta dos eventos por semana, no ha recuperado la organización de congresos y reuniones de negocios. Los hoteles y restaurantes siguen en aprietos.
En medio de la pandemia, afortunadamente, hubo también algunas alegrías para Guanajuato. La reactivación de la industria automotriz, el incremento de las exportaciones de zapatos a Estados Unidos y la llegada de remesas de los paisanos de norteamérica.
Aún así, el 2021 será un año difícil de olvidar.
Será el año de la pandemia, el año de las dificultades económicas, y el año de los asesinatos debido a la guerra del narcotráfico. Un año en que perdimos participaciones económicas del Gobierno Federal. El año de las filas por la vacuna. Un año de tristezas y alegrías, de dificultades y retos, de venturas y desventuras. Un año en el que tembló en Guanajuato como nunca en la historia (más de 40 temblores menores).
Así lo recordaremos: El año del temblor de 4.5 grados en escala de Richter el 4 de septiembre -con epicentro en San Felipe- y que nos dejó temblando. Así nos la pasamos todo el año. Temblando por la crisis económica. Temblando por las vacunas. Temblando por la violencia. Temblando por la falta de dinero. Temblando por la pandemia. Temblando por la variante delta. Temblando por la sacudida telúrica. Temblando por las medidas del Gobierno Federal. Temblando por la inflación. Temblando por ómicron.