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El agua de León se agota y AMLO cerró la llave de El Zapotillo

El agua se ha convertido en una guerra política de Andrés Manuel López Obrador

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Escrito en OPINIÓN el

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador no quiere darle a León ni una gota de agua de la presa de El Zapotillo. Pero ya dijo el gobernador Diego Sinhue Rodríguez que Guanajuato va a pelear el agua donde tenga que pelear.

La guerra del agua. 

El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, por su parte, tampoco quiere dar agua a León, pero la presidenta de León, Alejandra Gutiérrez ya exigió el agua de El Zapotillo.

La guerra política.

Morena no quiere mandarle agua a León por ser una ciudad del PAN.

El PAN exige a Morena agua para los leoneses panistas, pero en medio está el Movimiento Ciudadano de Jalisco que defiende a sus gobernados naranjas.

La guerra de intereses.

El PAN contra Morena. Morena contra el PAN. El Movimiento Ciudadano contra el PAN. El PAN contra el Movimiento Ciudadano, y en el centro de la disputa, el agua.

Las guerras del futuro serán por el agua.

En México hay registros de decenas de conflictos municipales y estatales por la disputa del líquido, sobretodo en el Estado de México y en la Ciudad de México. El pueblo de allá pelea con el pueblo de acá. El ejido de acá pelea contra el ejido de allá.

Los conflictos hídricos como disputas inevitables.

León ya tuvo problemas con Romita. El municipio de Romita entró en conflicto con León en 1994 porque no querían dar agua a través del acueducto La Muralla. Hubo manifestaciones y pleitos en Romita para tratar de evitar que León explotara los pozos de su Municipio. Al final, León utiliza agua de Romita.

Guanajuato y Jalisco han peleado durante décadas por el agua del Río Lerma y el Río Turbio que se va hasta Chapala. Guanajuato ha querido retener el agua para que no se vaya a Jalisco, pero el acuerdo federal lo impide.

Los pleitos también son internacionales. El gobierno de México tiene conflictos con el gobierno de Estados Unidos por el agua de la línea fronteriza primordialmente en Chihuahua y Tamaulipas. Los mexicanos se quejan de que se envía demasiada agua a Estados Unidos y eso afecta a la agricultura mexicana.

Los conflictos hídricos deben tratarse con seriedad y prudencia. No hay que olvidar que el agua es un recurso natural limitado y un bien público fundamental para la vida y la salud, según el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Una persona requiere todos los días entre 50 y 100 litros de agua para cubrir las necesidades básicas y evitar la mayoría de los problemas de salud, según la Organización Mundial de la Salud. El problema es que para el 2035 la ciudad de León va a empezar a tener problemas para abastecer de agua al millón 600 mil habitantes.

¿Y entonces de dónde va a salir el agua para León si no hay Zapotillo?

La única solución satisfactoria al conflicto es muy clara: esperar a que Andrés Manuel López Obrador termine su sexenio y se vaya. Es de esperarse que el próximo Presidente de México entienda con sensatez y prudencia que se deben respetar los acuerdos y que deben enviar el agua de El Zapotillo a León como estaba contemplado desde 1987.

Sería una solución política a una guerra política.