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Nick Blackwell, el boxeador que “murió dos veces” y volvió a nacer

Tras una terrible pelea en 2016 y sufrir una hemorragia cerebral, el boxeador aprendió a comer, caminar y hablar de nuevo

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El deporte y las historias llenas de motivación, inspiración y ejemplos de vida, van siempre de la mano. La vida de Nick Blackwell es un gran ejemplo de esto, luego de que su carrera como boxeador terminó de manera fatal en 2016 tras sufrir una hemorragia cerebral, que lo dejó en coma y sin casi nada de esperanza para sobrevivir, sin embargo, la perseverancia le permitió salir adelante ante todo pronóstico.

Su vida cambió por completo el 26 de marzo de 2016, cuando Nick se enfrentó a Eubank Jr por el título de peso medio nacional, fue un combate altamente violento, ninguno quería perder, pero en el round 10, Nick recibió golpes brutales en su rostro, incluso el padre de Eubank le pidió que parara para evitar una tragedia, el juez dio por terminada la pelea en cuanto vio la gravedad de ella y pidió inmediatamente asistencia médica.

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De acuerdo a Publimetro, Nick quedó muy mal tras la pelea, una nariz destrozada, su ojo izquierdo totalmente hinchado, pero lo más impactante fue un bulto que le salió en la frente, quedó inconsciente e instantes después llegó la ambulancia por él para trasladarlo al hospital.

Sufrió una hemorragia cerebral, cayó en coma por siete días y estuvo a punto de perder la vida. "Me dijeron que había un 75 por ciento de posibilidades de morir, si sobrevivía tenía un 85 por ciento de probabilidades de quedar paralizado", relató a la BBC.

Pero Blackwell en ningún momento se rindió, venció todos los obstáculos, y se negó rotundamente a dejar el boxeo, por lo que siete meses después del terrible momento que pasó, sacó su licencia como entrenador, aunque volvió a tener complicaciones tras un entrenamiento, y aunque actualmente su vida está lejos del cuadrilátero, tiene ambiciones a corto plazo, por ejemplo, correr un maratón el próximo 24 de marzo.

"Morí en la ambulancia después de la pelea con Eubank y me devolvieron la vida. La segunda vez, cortaron una sección de mi cráneo para aliviar la hinchazón en mi cerebro. Lo colocaron dentro de mi estómago para mantenerlo vivo hasta que lo regresaron", relató Nick de 29 años de edad.

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