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“Primero pertenezco a Eureka, luego la filiación política": Rosario Ibarra

Durante su comparecencia ante senadores, la hija de la activista Rosario Ibarra de Piedra precisó que su afiliación a Morena no comprometería su papel en la CNDH

Escrito en NACIÓN el

11:40 pm. Rosario Ibarra, hija de la activista Rosario Ibarra de Piedra, respondió así la pregunta que varios legisladores le lanzaron. ¿Cómo garantizaría la independencia de la CNDH siendo militante de Morena y secretaria de derechos humanos de ese partido?

Parecía un balón difícil de esquivar, pero lo hizo. No importó que tuviera que esperar dos horas más su entrevista (por razones legislativas ajenas a ella), ni que el grupo de senadores que la evaluó fuese menor en número, en comparación con los aspirantes que la precedieron pues ya se habían retirado tras una larga jornada legislativa. Idéntica a su mamá (excepto por el color de cabello rojizo), Rosario fue contundente: “Tenemos 40 años reclamando el paradero de nuestros familiares; no por una simpatía o filiación vamos a renunciar a esto. Primero es el derecho de mi hermano y de muchos otros ciudadanos que yo sé lo que han padecido, la tortura y ser escuchados por un tribunal competente”.

De carrera pedagoga y con amplia experiencia de vida en el tema tras los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968, nadie cuestionó su autoridad moral y amplio conocimiento en el tema de desapariciones forzadas y tortura, como resultado del activismo de su madre que horas más tarde recibiría la medalla Belisario Domínguez por tal razón. “Mi vida ha sido eso”, argumentó, “soy víctima y hermana de un desaparecido”, destacó.

Pero no, ese no era el punto. El punto era cómo manejaría ella el listado de temas pendientes en agenda de derechos humanos tales como feminicidio y otros; pero en lugar de hablar ampliamente del tema (quizás por la hora, quizás por carecer de experiencia en ese sentido) prefirió evitarlo y eso se convirtió en su punto débil. Por eso solo en lo general, aseguró que de ser electa como ombudsperson, lo primero que haría con las víctimas de los desaparecidos sería escucharlos.

“Orientarlas en cómo elaborar una queja, explicarles que esto debe ser pronto y vencer el miedo porque piensan que quedándose callados eso los va a proteger. Y es al revés. La defensa pública es la mejor defensa”.

Alguien insistió sobre cómo separaría su trabajo de la militancia; y esta vez, Rosario se defendió con un punto irrebatible. “La filiación a un partido político, la militancia, también es un derecho humano. Y si uno está consciente de eso, es decir si yo quiero que respeten mi derecho debo garantizar a los ciudadanos que yo también voy a respetar los derechos de ellos. Que crean en mí, en esa autonomía, y que no voy -por tener una cercanía partidista, o amistad o simpatía- a anteponer eso en la defensa de un derecho”.

El senador sin partido Álvarez Ícaza, pidió conocer su postura respecto a la comisión de la verdad que, desde hace un año, solo ha sido un anuncio. “Hemos hecho como comité tres plantones frente a Palacio Nacional, al actual gobierno, porque no hemos tenido una respuesta satisfactoria sobre nuestra petición de comisión de la verdad y eso no deberíamos estarlo mendigando porque está garantizada en la propia Constitución y leyes nacionales e internacionales. Y si el presidente es congruente, y si no entiende, ese es otro problema”.

 

 

djh