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¿Por qué la planeación urbana da tan malos resultados?

Es necesario cambiar los paradigmas vigentes de la planeación urbana por otros que propicien una transformación evolutiva de la ciudad

Escrito en NACIÓN el

“Para explicar qué es la planeación urbana, empezaría por aclarar por qué se forman las ciudades. Por qué hay ciudades junto a un río, junto al mar o donde alguna vez hubo un cruce de caminos”.

El doctor Leonardo Martínez, quien participará el próximo miércoles 17 de febrero en la videoconferencia “¿Por qué la planeación urbana da tan malos resultados?”, organizada por la Universidad Iberoamericana, nos habla acerca de este tema.

“A pesar de las grandes diferencias que hay entre muchas ciudades del mundo, en el fondo todas se formaron porque los seres humanos preferimos vivir cerca que lejos. No sólo porque necesitamos formar familias y tener amigas y amigos, sino porque a todos nos conviene.

“Al convivir aprendemos los unos de los otros y se nos ocurren muchas ideas para fabricar las cosas que necesitamos y nos gustan; porque así podemos encontrar tiendas en las que vendan la comida, o la ropa, o los zapatos o los juguetes que nos gustan; porque así surgen varias escuelas para escoger, y cines y estadios y museos y clubes deportivos. Pero que no todo sea un desorden total, necesitamos ponernos de acuerdo para ver cómo nos acomodamos, y dónde podemos vivir y dónde podemos comprar e ir a la  escuela y al trabajo”, explicó.

La planeación “se refiere a cuando los habitantes de la ciudad decidimos, es decir, planeamos, cómo nos vamos a organizar para poner y hacer tantas cosas. Entonces, la planeación urbana se refiere a cómo organizar una ciudad”, resaltó el experto.

 

¿Cuáles son los puntos buenos de la planeación urbana de nuestra Ciudad de México? 

“Yo diría que aquellos que han logrado proteger el patrimonio histórico y cultural de la ciudad.

Por lo demás, mi posición es muy crítica del tipo de planeación que ha moldeado a las ciudades en México. En todas es el mismo patrón basado en la extrapolación lineal de las normas del diseño arquitectónico a la escala urbana. El resultado ha sido crear ciudades altamente ineficientes en términos espaciales, energéticos, económicos, ambientales y sociales. Aún más, los sesgos patriarcales imbuidos en las normas de diseño urbano han contribuido a tener ciudades con desigualdades estructurales que perjudican sobretodo a las mujeres y a los grupos vulnerables”.

¿Cuáles son las áreas de oportunidad de la planeación urbana de nuestra Ciudad de México?

“Son muchas, empezando por la oportunidad de desaprender todo lo que ha dado tan malos resultados y aprender nuevas técnicas de planeación mucho más modernas, realistas y eficientes, que ya no vean a la ciudad como un plano sino como un organismo complejo que requiere esquemas muy diferentes de regulación y gestión. Yo soy de la idea de que es necesario cambiar los paradigmas vigentes de la planeación urbana por otros que propicien una transformación evolutiva de la ciudad”.

 

Jean Gehl en “Ciudades para gente” sugiere retomar la dimensión humana, reclamar el espacio público que nos corresponde. ¿Piensas que la planeación urbana debe apegarse a la dimensión humana de la que habla Jan Gehl y por qué?

“La ciudad es un ecosistema complejo en el que conviven muchas jerarquías. Los seres humanos somos los elementos individuales que le damos vida a la ciudad, y al realizar las actividades cotidianas que buscan satisfacer nuestras necesidades, generamos un fenómeno (que se llama de emergencia) mediante el cual el ecosistema urbano empieza a tener ciertas características y comportamientos que no corresponden a la simple suma de los comportamientos individuales.

Claro que concuerdo en la importancia que Gehl le da a la escala humana, pero para entender y planear mejor a la ciudad hay que ir mucho más allá. Hay que cambiar de escalas pero cuidando que los efectos alotrópicos no acaben por darnos las ciudades altamente ineficientes que tenemos”.

¿QUIÉN ES LEONARDO MARTÍNEZ?

 

Leonardo Martínez es Ingeniero Industrial por la Universidad Iberoamericana con estudios de Maestría en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Cuenta con un Diplomado en altos estudios de economía matemática y un Doctorado con mención honorífica en Ciencias Económicas, con especialidad en economía urbana, por la Universidad de París X, Nanterre. Recibió el Premio Nacional de Economía "Juan F. Noyola" en 1994, gracias a su tesis doctoral. 

Ha participado en el diseño y elaboración de varios proyectos de política pública, entre los que destaca el Programa para Mejorar la Calidad del Aire en la Zona Metropolitana del Valle de México 2010-2020, reconocido a nivel internacional como uno de los primeros instrumentos de política pública que planteó una concepción ecosistémica de la calidad del aire que incluye endógenamente aspectos como las eficiencias urbanas y los sistemas de incentivos económicos y sociales.

El doctor Martínez ha sido miembro de numerosos consejos y comités científicos, así como profesor en diversas instituciones y programas académicos. Actualmente es socio director de Aequum, A.C. y profesor de la MPDU de la IBERO CDMX.

 

(Luis Ramos)