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Othón Cortez, “segundo tirador” del caso Colosio, murió sin justicia

Pese a las acusaciones en su contra, nunca se comprobó su participación en el magnicidio, estuvo preso y nunca recibió justicia

Escrito en NACIÓN el

Othón Cortez Vázquez murió sin recibir justicia. Un infarto al corazón fue lo que provocó su muerte, según informó su familia. 

Cortez Vázquez vivía en Tijuana, Baja California, muy cerca de Lomas Taurinas, lugar que le cambió la vida por completo el 23 de marzo de 1994 cuando el entonces candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, fue asesinado. 

Mario Aburto fue detenido como el principal responsable del magnicidio, posteriormente Cortez fue señalado de ser el “segundo tirador” el caso. Él había sido chófer del priista.

Pablo Chapa Bezanilla, fiscal especial del caso Colosio, fue quien acusó a Othon Cortés de ser coautor material del asesinato de Colosio. 

Chapa Bezanilla sostenía su acusación contra Cortez Vázquez con el testimonio de tres testigos que afirmaron haberlo visto con un arma apuntando al costado izquierdo de Colosio, y uno de ellos incluso lo vio disparar.

Othón Cortez fue detenido casi un año después del asesinato de Colosio, recluido en el penal del Altiplano, donde estuvo prácticamente dos años encarcelado hasta que un juez lo absolvió desestimando las declaraciones de los testigos, quienes se desdijeron posteriormente. 

Él no fue el único absuelto por el crimen contra Coloso, también lo fueron Fernando de la Sota Rodalléguez, Alejandro García Hinojosa y Javier Hernández Thomassiny, quienes se encontraban alrededor del priista al momento del asesinato.

Durante su encierro en el Altiplano, Cortez Vázquez fue torturado. En una entrevista con El Sol de México, dijo que le habían dislocado el hueso de la pelvis, le rompieron el oído, le metieron alfileres en las uñas, entre otras cosas. En consecuencia quedó mal del riñón. 

En esa entrevista, Othón Cortez sostuvo que esos tres testigos habían sido comprados con 30 mil dólares para incriminarlo falsamente 

En marzo del 2019, publicó un video de YouTube, en el que relataba, entre otras cosas, que perdió una demanda contra el Estado mexicano por la reparación del daño y, en consecuencia, ahora le debía 18 millones de pesos.

Laura Sánchez Ley, periodista que logró la desclasificación del expediente de Colosio, lamentó la muerte de Othón Cortez. 

“Las autoridades nunca repararon el daño y la tortura de cuando lo acusaron de ser el segundo tirador de Colosio. Imaginen: el testigo que lo acusó después dijo ‘que lo soñó’ y realmente no lo había visto. Se fue sin justicia”, escribió Sánchez Ley en su cuenta de Twitter. 

Pese a la falsa acusaciones, el Estado mexicano nunca aceptó la culpa ni reparó el daño contra Othón Cortés Vázquez.

 

(Rodrigo Gutiérrez)