El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha burlado durante mucho tiempo de los periodistas como “vendidos” y pretenciosos que están alineados con sus enemigos políticos.
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El pasado viernes, López Obrador intensificó su guerra contra los medios cuando reveló al público los supuestos detalles salariales de Carlos Loret de Mola, un famoso periodista de investigación que recientemente informó que uno de los hijos del presidente tiene un estilo de vida lujoso que contrasta con la imagen austera del mandatario, publicó este domingo el periódico Los Ángeles Times.
López Obrador dijo que Loret de Mola gana mucho más que él, comparando sus salarios en una conferencia de prensa en una pantalla gigante. Amenazando a las autoridades fiscales con Loret, sugirió que el periodista gana dinero por “golpearlo” con historias críticas.
Afirmando que Loret gana $ 1.6 millones al año, en comparación con sus $ 100,000 más o menos, preguntó: “¿Crees que esto se debe a que es un periodista muy inteligente y de altos vuelos, un buen escritor? ¡No! Es por sus trabajos de hacha.
El incidente se produjo un día después de que otro periodista fuera asesinado a tiros en México, el quinto en lo que va del año, y provocó la ira entre los defensores de la libertad de prensa, quienes dijeron que el presidente no solo no protege a los periodistas sino que aviva la violencia contra ellos señala Los Ángeles Times.
También generó preguntas sobre de dónde obtuvo López Obrador la información salarial y si violó las leyes de privacidad. La publicación de los registros financieros de una persona sin permiso es un delito en México, según expertos legales.
Loret respondió en Twitter, diciendo que las cifras salariales que se mostraron en la conferencia de prensa estaban infladas, y señaló que, si bien se suponía que eran del año pasado, incluían ganancias de Televisa, la cadena de televisión donde una vez trabajó como presentador, pero se fue en 2019.
“Este aspirante a dictador está loco”, dijo Loret, quien ahora dirige una plataforma de noticias de investigación y tiene un programa de radio.
Ha publicado investigaciones en los últimos años acusando de corrupción a miembros de la familia de López Obrador y sus aliados políticos.
Mi respuesta a las amenazas y mentiras del presidente. Y todo... por las casonas de su hijo Houston. pic.twitter.com/vlrqyLjGxV— Carlos Loret de Mola (@CarlosLoret) February 11, 2022
Loret recientemente escribió un artículo de opinión para el Washington Post con un titular que usaba las iniciales del presidente: “Para AMLO, el periodismo es el enemigo número uno”.
Pero fue su informe del mes pasado sobre el hijo del presidente de 41 años lo que parece haber tocado un nervio particular con López Obrador.
La historia alega que José Ramón López, quien se desempeñó como director de campaña para la candidatura presidencial de su padre en 2018, vive en una casa en expansión en las afueras de Houston y conduce un Mercedes blanco valorado en casi $70,000.
Ramón López es dueño de un negocio de chocolate artesanal con dos de sus hermanos. El informe también encontró que en 2019 y 2020 él y su esposa vivían en una mansión cercana propiedad de Keith Schilling, quien era ejecutivo de la petrolera Baker Hughes, que tiene contratos lucrativos con la petrolera estatal mexicana Pemex.
“El presidente está acorralado”, dijo Loret. “No sabe cómo sacarse de encima el escándalo de la casa de su hijo”.
Cuando asumió el cargo hace tres años, López Obrador convirtió la mansión presidencial en un museo público y aceptó una reducción salarial del 60%. Ha cuestionado por qué la gente necesitaría más que un solo par de zapatos o una tarjeta de crédito, y culpa a la "decadencia" neoliberal de las administraciones pasadas por erosionar el carácter moral de la nación. Al mismo tiempo, afirma que ha erradicado la corrupción como ningún otro presidente anterior.
Los ataques de López Obrador a los medios se producen en un momento en que los periodistas mexicanos enfrentan una ola de violencia sin precedentes.
Tan solo en los primeros 41 días del año, cinco periodistas han sido asesinados. Incluyen a Heber López, el director de un sitio de noticias en línea en el estado de Oaxaca que fue asesinado el jueves, y Lourdes Maldonado López, una periodista de investigación en Tijuana asesinada el mes pasado.
Antes de que la mataran a tiros frente a su casa, Maldonado asistió a una de las conferencias de prensa del presidente para pedir ayuda.
“Temo por mi vida”, le dijo a López Obrador, explicando que estaba enfrascada en una disputa laboral con uno de sus aliados políticos, Jaime Bonilla Valdez, dueño de una empresa de medios que alguna vez había empleado a Maldonado.
López Obrador dijo que asignaría un asistente para dar seguimiento a Maldonado.