El ajolote, ese animalito acuático de apariencia suave, tuvo una gran relevancia entre los mexicas, la cultura de mayor poder político y económico que habitó el Valle de México, antes de la llegada de los españoles, en 1519.
Según lo narra Miguel León Portilla, Xólotl, el hermano gemelo de Quetzalcóatl (el dios de la buenaventura de los mexicas), era un dios astuto que escapó varias veces de la muerte.
Foto: Códice Telleriano-Remensis (recuperada del blog de la Secretaría de Cultura)
De acuerdo con su versión del mito del Quinto sol, cuando los dioses mexicas se dieron cuenta que no se formaban el día y la noche –luego de haber creado al sol y la luna–, decidieron morir todos, para darle impulso al sol y pudiera girar alrededor de la tierra.
Pero la idea de morir no le gustó a Xólotl, por eso se escondió de Ehécatl, el dios del viento, quien tenía el encargo de matar a todos los dioses y luego asesinarse a sí mismo.
Xólotl se escondió de Ehécatl en las hojas de maíz, que a partir de entonces nacen en capas de hojas pares –porque Xólotl es el dios doble, el gemelo–; también en las hojas de maguey y, cuando no encontró otro sitio, se fue a meter al agua. Ahí, Ehécatl lo encontró y lo convirtió en un ajolote.
EL DIOS GUÍA QUE CREÓ LA HUMANIDAD
El mito de la creación mexica también menciona a Xólotl como el dios que sirvió de guía a Quetzalcóatl cuando bajó al inframundo, con el fin de conseguir los huesos de los humanos que antes habitaron la tierra y con ellos formar a los nuevos hombres, que habrían de adorarlos.
Xólotl fue el único dios que quiso acompañar a su hermano gemelo en la búsqueda de los huesos al Mictlán, el inframundo de los mexicas. Xólotl era representado, en los códices y esculturas de la cultura nahua, como un dios con cabeza de perro.
El dios guía representaba la dualidad, pues era el gemelo del dios de la bondad, la luz y la vida; de manera contraria, Xólotl representaba la oscuridad, el inframundo y el movimiento. Por eso, los mexicas consideraban a los xoloitzcuintles sus guías en el viaje de la muerte.
Xólotl, el dios perro y hermano gemelo de Quetzalcóatl, era considerado el dios del juego de pelota, patrón de los brujos y se le vinculaba con el fuego y su creación.
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Documentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sostienen que, juntos, Quetzalcóatl y Xólotl, formaban la representación física de Venus, llamada Tlahuizcalpantecuhtli en la cosmovisión nahua.
FRIDA KAHLO Y EL DIOS DEL MICTLÁN
Frida Kahlo inmortalizó al dios Xólotl en su diario personal y en sus pinturas, refiriéndose, en sus escritos, al perro que era su inseparable compañía (un xoloitzcuintle) como “el señor Xólotl”, e incluyéndolo en varios de sus cuadros.
“El señor Xólotl EMBAJADOR de la República Universal de Xibalba Mictlán Canciller Ministro Plenipotenciario Aquí - How do you do Mr. Xolotl?” (sic.), escribió en su diario personal, donde además dibujó a su perro en varias páginas.
Foto de Florence Arquin (recuperada del archivo de Google Arts & Culture)
El xoloitzcuintle de Frida Kahlo también aparece en su pintura “El abrazo de amor de El Universo, la tierra (México), Yo, Diego y el señor Xólotl”, además de aparecer en múltiples fotografías al lado de la pintora y escritora.
Esta semana, el dios Xólotl se volvió viral, pues la imagen de su “encarnación” (un ajolote) aparecerá como la imagen principal del nuevo billete de 50 pesos. ¿Tú sabías la historia del dios que se convirtió en ajolote?
ACZ