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La historia detrás del consenso para crear la Guardia Nacional

Morena, aliados y oposición dialogaron por más de 10 horas a puerta cerrada en el Senado; por momentos se pudieron caer las negociaciones pero pasada la medianoche se logró el consenso

Escrito en NACIÓN el

Hasta el último minuto se resistieron el gobierno y Morena a quitar el tema del mando militar en la Guardia Nacional. En los primeros minutos del jueves, tras conversaciones con integrantes de las Fuerzas Armadas y opositores, cedieron y se pactó la unanimidad de la oposición completa en el Senado.

El miércoles dialogaron por más de 10 horas a puerta cerrada en el Senado. Casi a las 00:30 del jueves, Morena y sus aliados lograron un consenso con los grupos parlamentarios de oposición: PRI, PAN, Movimiento Ciudadano y PRD para la creación de la Guardia Nacional.

Las condiciones principales: mando civil, respeto al federalismo, que sus integrantes sean juzgados por el fuero civil, y una temporalidad de cinco años para sacar a las fuerzas armadas de las calles. Y eso se destrabó hasta los primeros minutos del jueves.

Integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado en conferencia (Cuartoscuro)

Las negociaciones dieron resultado para el grupo parlamentario de Morena, que a través de su coordinador, Ricardo Monreal, hizo el anuncio a las nueve de la mañana y cuatro horas después lo ratificó el pleno de forma unánime.

“Me parece que lo que hoy logramos en este Senado es histórico, de verdad es histórico y debo de reconocer, también de cada uno de los coordinadores su actitud”, dijo Monreal.

Además de celebrar los acuerdos, Monreal también admitió que no todo fue fácil.

“El debate que ha girado en torno a la creación de la Guardia Nacional ha sido intenso. No es para menos, se trata del problema más grave del país, el flagelo de la inseguridad pública y de la violencia. Lamentablemente hemos llegado a niveles intolerables de criminalidad”, agregó el zacatecano.

Senadores de oposición admitieron que en algunos momentos se pudieron caer las negociaciones.

“Todos los puntos fueron complicados, porque cada punto era difícil de poder discutirlo. Había interés del gobierno en que pudiera caminar de otra manera, pero la verdad las razones sirvieron, los argumentos para vencer los obstáculos”, explicó Miguel Ángel Osorio Chong, líder del grupo parlamentario del PRI.

Aunque dijo que el proyecto no pasó como lo quería el presidente López Obrador, el senador del PRI consideró que “va tener un proyecto que le va a servir para su estrategia. Se le da certidumbre a las Fuerzas Armadas, creo que era de sus mayores intereses. Yo creo que va a quedar conforme”.

“Fue muy bueno en términos reales para el tema de la Guardia, pero también lo veo muy bien en términos políticos para el resto de los temas. Creo que se ve muy bien como actuó el bloque de oposición. Hasta el miércoles se destrabaron los temas centrales. Los momentos más difíciles fueron las agresiones del presidente. Pero el diálogo nunca se rompió”, recordó el senador del PAN Damián Zepeda.

“Lo más difícil fue cuando comenzamos a plantear nuestros puntos y no había consenso de inicio. Eso fue lo más difícil, lograr los consensos. Estuvo a punto de romperse muchas veces. Yo creo que él –el presidente- va a tener un proyecto con muchas de las cosas que esencialmente quería y eso es bueno”, dijo Zepeda. “Hasta antes de esta semana su postura era muy dura a favor de una guardia militar”, añadió el panista.

El tema llegó hasta Segob

Las diferencias entre los senadores por la conformación de la Guardia no fueron los únicos momentos de tensión.

También, estuvo el cabildeo de la Secretaría de Gobernación, de la Consejería Jurídica de Presidencia, del gabinete de seguridad nacional, así como el juego político de gobernadores de afiliación panista y priista.

Los gobernadores del PAN fueron citados el pasado viernes a la Secretaría de Gobernación por su titular, Olga Sánchez Cordero. Sin embargo, los 11 gobernadores declinaron asistir y dejaron “plantados” a los integrantes del gabinete.

Algunos mandatarios panistas consultados señalaron que tuvieron otros eventos en sus estados, y por eso no pudieron asistir. En realidad, señalaron fuentes del PAN, fue la manera de mostrar unidad del panismo: no a la militarización de la Guardia Nacional, y en ello caminaron todos, legisladores y liderazgos.

En cambio, los gobernadores del PRI exhibieron su rechazo al proyecto de posicionamiento expresado por Miguel Ángel Osorio Chong, líder de la bancada de ese partido en el Senado. Incluso, los mandatarios priistas fueron invitados tres días después que a los panistas por Sánchez Cordero. Ellos sí fueron y expresaron su aval. Hicieron presión a los senadores, pero éstos no cedieron.

“Desde el principio (los gobernadores del PRI) venían de voceros del presidente (López Obrador)”, refirió Damián Zepeda.

“Entiendo sus circunstancias (de los gobernadores del PRI), pero también entiendo que tenemos puntos de vista diferentes y quiero decirles que hemos podido dialogar. Hemos podido estar en comunicación y les hemos hecho ver el que se pueden solucionar las cosas sin necesidad de llegar al otro extremo, que es el que se está planteando”, reconoció Osorio Chong.

Sin embargo, para la senadora Nubia Mayorga (PRI), las diferencias lograron limarse.

“Entendemos su postura porque son los gobernadores, pero ellos están de acuerdo en que se haya llevado un buen ejercicio para México”, explicó la legisladora.

“El consenso que se logró fue producto de la voluntad política de todos los grupos parlamentarios”, aseguró el senador y ex gobernador mexiquense Eruviel Ávila.

"Lo tenso fue el sacar del mando a los militares. El dictamen venía muy claro que iba a tener un cuerpo de jefes de Estado por tres partes: Seguridad Pública, Marina, militares o Ejército, y ahí es donde no quería ceder el gobierno. Lo que logramos es que sea 100% civil", describió Samuel García Sepúlveda, senador de Movimiento Ciudadano.

Otro de los factores que pusieron en riesgo la Guardia Nacional fue el posicionamiento de integrantes de la sociedad civil, actores y actrices, quienes mostraron su desacuerdo a una institución regida con doctrinas militares.

Al final, el dictamen de la Guardia Nacional tuvo diferentes modificaciones, pero logró el voto unánime.

AJ