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Llegan las fiestas patrias y sufren comerciantes y restaurantes

De acuerdo con el presidente de la Canirac, el 10% de los restaurantes podrían cerrar a finales de año por las consecuencias económicas de la pandemia

Escrito en METRÓPOLI el

Mario es banderero. Cada año vende sombreritos, banderas, escudos, bigotes y moños para las fiestas patrias. Se instala afuera del mercado Álamos, en la colonia del mismo nombre, en la alcaldía de Benito Juárez.

Este año no ha sido la excepción, pero con lo de la pandemia de la covid-19, sus ventas se han desplomado. 

Por restricciones sanitarias, le pidieron que se pusiera dentro y no afuera del mercado, donde era más visible. Además, a centímetros de su puesto hay una cinta amarilla que tiene la palabra “Precaución”, lo que no es precisamente una invitación a acercarse.

Recuerda que antes le daban permiso de instalarse desde el 1 de septiembre e incluso unos días antes; ahora se pudo instalar hasta el 3.

“Con esto no se puede”, lamenta.

MENOS COMENSALES

Además de los bandereros, los restaurantes también sufren en las fiestas patrias, porque sólo pueden recibir hasta 40 por ciento de su aforo total, para este 15 de septiembre sólo permanecerán abiertos hasta las 18 horas, además que este año no se celebrará el pintoresco evento masivo del Grito, lo que significa que habrá menos comensales. 

De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de los Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Marco Antonio Buendía, la gente ha comenzado a acudir a los restaurantes, pero la situación aún es delicada para los establecimientos mercantiles y debido a la pandemia, de los 57 mil fondas y restaurantes qué hay en la ciudad, el 10 por ciento podría cerrar a fin de año, afectado por la pandemia de covid-19.

TIENE CUBREBOCAS TRICOLORES Y VENTAS BAJAS

Otro caso es el de la señora Nicolasa Rayón. Su puesto se ubica cerca de las estaciones del Metro y Metrobús Revolución. En otros años se instalaba desde la última o penúltima semana de agosto, para vender banderas de todos tamaños y demás artículos patrios. Pero en el año de la pandemia, fue hasta el 2 de septiembre cuando pudo montar su puesto en la esquina de Insurgentes y San Cosme.

Además de banderas, moños, aretes, trompetas, silbatos, llaveros y rehiletes, la vendedora se ha unido a la nueva normalidad y ofrece cubrebocas patrios, cuyo precio va desde los 25 hasta los 45 pesos.

Cubrebocas patrio

Nicolasa solía tener buena venta, situación que ha cambiado con la crisis sanitaria causada por la covid-19, el cierre de actividades y lo diferente que serán este 15 y 16 de septiembre. Ello, pese a estar en un punto tan céntrico y vender lo más actual.

“No hemos vendido mucho, está muy bajo y no nos daban permiso (el gobierno capitalino) para vender”, explica a La Silla Rota.

Su hermano, ubicado unos metros más adelante frente a una de las salidas del Metro, confirma que las ventas son bajas. 

“Los niños se llevaban los moños, corbatas y algunos adornos para su escuela y pues ahora que no hay clases, tampoco vendemos eso”.

El 2 de septiembre la Secretaría de Gobierno capitalino informó que la venta de artículos alusivos a las fiestas patrias, con excepción de cohetes, se venderían del 2 al 15 de septiembre y en el Centro Histórico se restringió a 10 por ciento del padrón de los llamados bandereros.

LA FIESTA GASTRONÓMICA TAMBIÉN SUFRE

Adriana, profesora de 40 años y amante de la comida mexicana en sus diferentes expresiones, comparte que entre el amplio menú de delicias mexicanas, los chiles en nogada son de sus favoritos. 

Pero ante la presencia de la pandemia de la covid-19, prefiere no salir y mejor pedir el chile, cuya elaboración lleva varias horas. Pero los precios del platillo ascienden a 300 pesos cada uno y de todas maneras, ella termina preparándolos, ya que cuando se los llevan a domicilio, la nogada llega separada, entonces ha preferido consumirlos menos. 

“Prefiero no salir mucho, así que he tenido que hacer pedidos a domicilio a algunos restaurantes que siguen abiertos y en Facebook e Instagram encontré algunas chicas que los venden. No puedo comprarlos tan seguido como quisiera, porque los precios llegan hasta los 300 pesos y prácticamente tú los preparas”, explica.

El consumo en restaurantes también ha bajado esta temporada, en la que uno de los mayores atractivos es la venta del tricolor chile en nogada, manjar de temporada y el cual hasta los restaurantes no mexicanos venden, dice a La Silla Rota Marco Antonio Buendía, de la Canirac.

Pero con las restricciones sanitarias, que solo permiten hasta 40 por ciento de aforo,  las ventas han caído en una proporción inversa de 60 por ciento. 

PAPELERÍAS SIGUEN EN AGONÍA

Irma, dueña de una papelería en la alcaldía Cuauhtémoc, ha resentido la crisis desde el inicio de la pandemia, primero, con la baja en compras de artículos escolares por la educación a distancia, después, con el regreso a clases virtual y ahora, con la falta de artículos para decorar escuelas y casas.

“Las fotocopias nos mantienen a flote pero este año no surtí muchas guirnaldas, campanas y papel picado. Sólo venderé lo que me quedó de años anteriores pues sin los niños en escuelas no tiene mucho sentido, ellos son quienes más compran para decorar sus salones”, concluye.

(Sharira Abundez)