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Katya, el feminicidio en la Roma que la autoridad olvidó

Su caso no es el único sin resolver de aquella ola de feminicidios en hoteles de 2017, donde cuatro mujeres más fueron asesinadas sin que los responsables estén en prisión

Escrito en METRÓPOLI el

Han pasado dos años y siete meses desde que Katya fue asesinada en un hotel de la colonia Roma y aunque tanto Miguel Ángel Mancera como Claudia Sheinbaum prometieron cero impunidad en cuanto a los feminicidios, este caso está en el total abandono.

Kevin, amigo y ex pareja de Katya ha sido la persona más interesada en que el crimen se esclarezca. 

“Ellos (las autoridades) no quieren resolverlo. Lamentablemente la madre de Katya tampoco quiere saber nada, quiere dejar todo en el pasado. Es una lástima y obvio va a quedar impune".

“Yo siempre pensé que fue un conocido de ella o un policía (el feminicida) y por eso han preferido dejar la cosa en paz; esto ha tenido un impacto en la familia, yo creo por eso ellos no quieren tener nada que ver con el asunto”, expresó.

Tras dejar el sexoservicio en 2015, Katya batalló para ayudar con el gasto familiar, pues su padre falleció hace muchos años y su madre sufre de artritis, por lo cual su negocio de manualidades se fue a pique, aunado a que tiene otro hijo, de 25 años de edad, con capacidades diferentes.

Aparentemente, ella aceptó encontrarse con un viejo amigo, probablemente cliente, quien la degolló dentro de la habitación 327 del Hotel Estadio, ubicado en la calle Chiapas.

Algo presentía Katya, creen los investigadores de la Fiscalía de Homicidos, pues la víctima escribió una nota de dónde estaría aquel 12 de abril de 2017: “Hotel Estadio, 16:30, entre Chiapas y Cuauhtémoc” o tal vez también era un recordatorio, pero al final sirvió para que su madre reconociera el cuerpo, días después de que fuera encontrado.

En días anteriores al feminicidio, Katya contactó a su medio hermano, quien vive en París, con el propósito de visitarlo y tantear la posibilidad de mudarse allá, el gran sueño de la joven de 28 años de edad.

Había estado ahorrando para eso, pues trabajaba en un Call Center, pero al parecer, el individuo que la mató le prometió la cantidad de dinero suficiente para pagar su boleto de avión.

Eso es lo que creen los detectives que aún tienen asignado el caso, el cual no es el único sin resolver de aquella ola de feminicidios en hoteles de 2017, donde cuatro mujeres más, argentinas y venezolanas, fueron asesinadas sin que los responsables estén en prisión.

Solamente por el feminicidio de la argentina Génesis, perpetrado en un hotel de la alcaldía Venustiano Carranza en noviembre de ese año, hay un probable responsable sentenciado a 45 años de cárcel y se trata de un supuesto miembro del grupo criminal la Unión de la B.

Por Katya, hasta la fecha lo único con lo que cuentan las autoridades es con el nombre falso del feminicida: Víctor Díaz, un retrato hablado y los videos del hotel, pero nada más.

“Katya era una chica muy carismática, siempre ocultaba sus verdaderos sentimientos que a veces eran de tristeza por todo lo que había vivido, pero eso la hacía una mujer muy optimista”, dijo Kevin, quien la conoció hace casi una década en Cancún.

Desde septiembre, la Procuraduría inauguró jornadas de capacitación para que sus servidores públicos pudieran indagar feminicidios con perspectiva de género, según anunció su titular, Ernestina Godoy.

A raíz de este giro que se le quiso dar a cómo se integran las investigaciones, la PGJ propuso la creación de una Agencia de Supervisión, con el fin de que se revisaran todas las carpetas rezagas, pero hasta el momento no se ha concretado.

Gaby, otro caso

Un caso no resuelto que se suma al de Katya es el de Gaby, asesinada en agosto de 2018 luego de ser raptada por un conocido.

Gaby, de 25 años de edad, vivía en la colonia Nápoles y trabajaba como hostess en un restaurante al sur de la ciudad donde las trabajadoras deben de usar ropa provocativa y platicar con los clientes; sin embargo, había dicho a su roomate que padecía una relación tóxica con un individuo celoso que aparentemente vendía drogas.

Nada de esto se ha comprobado en la indagatoria y aunque se han barajado algunos sospechosos, la Procuraduría ha sido incapaz de imputar a alguien a más de un año de los hechos, y eso que la joven fue raptada a plena luz del día en un parque muy concurrido de la colonia Del Valle, ubicado en Gabriel Mancera y Eje 7 Sur.

Este reportero ha contactado en diferentes ocasiones y desde mayo pasado a su padre, Óscar, sin que haya querido hablar sobre el caso de su hija ni a través de sus abogados.

“Por cuestiones de seguridad no puedo, hay que esperar”, dijo nuevamente.

De acuerdo con una investigación de la Fiscalía General de la República, asentada en el expediente FED/SEIDO/UEIDMS-CDMX/0000857/2018, una facción de la Unión de la B podría estar detrás de las agresiones a este tipo de víctimas en estado de vulnerabilidad.

Según esta línea, el encargado de cobrar cuotas a una red de mujeres mexicanas y extranjeras en situación de trata, es David García Ramírez “El Pistache”, quien lo hacía, hasta antes de su detención en 2018, a través de una pareja de nombre L.P que entregaba el dinero en su departamento de City Towers, en Coyoacán.

Algunas de las mujeres afectadas fueron enganchadas por colaboradores de “El Pistache” con la promesa de dinero fácil o inclusive una relación formal con ellos, cosas que casi nunca sucedía.

Las afectadas pagaban cuotas a la mafia argentina por anunciarse en páginas de Internet, como Zona Divas y otras a esta facción de la Unión de la B, o en caso contrario las forzaban a acopiar y vender droga a sus clientes.

Pese a esta indagatoria federal, es la Procuraduría local la encargada de resolver los feminicidios de las chicas que se involucraron con el grupo delictivo, pero no tuvieron acceso a la indagatoria de la FGR ni al propio “Pistache”, con el propósito de fincarle cargos.

fmma