El 24 de octubre del 2012, Ivette Melissa Flores Román de 19 años desapareció en Iguala, Guerrero. Sandra, su madre, sigue sin encontrar a su hija y decidió acudir a instancias internacionales para pedir ayuda. La organización Litigio Estratégico en Derechos Humanos (Idheas), presentó el caso de la desaparición de Ivette Melissa ante el Comité de Naciones Unidas para la eliminación de la discriminación contra las mujeres (Comité CEDAW), con el fin de obtener acceso a la justicia por medio de una investigación y búsqueda con perspectiva de género. 

La desaparición de Ivette Melissa es un reflejo más de una estructura desigual y de violencia en contra de la mujer en el país. Cuando Melissa tenía 16 años quedó embarazada y se fue a vivir con su esposo, a casa de su suegro, quien tenía un cargo de mando en la policía estatal. 

La joven fue víctima de violencia física, relataron los periodistas Aranzazú Ayala y Efraín Tzuc del proyecto A dónde van los desaparecidos, quienes entrevistaron a Sandra Luz Román, madre de la víctima. A finales del 2010, Melissa regresó con su bebé de un año a casa de Sandra; sin embargo, notó que había una extraña relación con su suegro, pues la seguía y amenazaba. 

En septiembre del 2012, Sandra mandó a su hija y nieta a vivir un tiempo a Querétaro; sin embargo, su suegro las localizó y regresaron a Iguala, Guerrero. Un mes después, en la noche del 24 de octubre del 2012, un grupo de personas entró a la casa de Sandra mientras no estaba, golpearon a sus otros hijos y se llevaron a Ivette. El auto fue escoltado por patrullas de la policía municipal de Iguala, lo señaló una de las hijas de Sandra, a los periodistas. 

Días después el consuegro le afirmó a Sandra que Ivette Melissa, su hija, les había gustado a su jefes y por eso se la habían llevado. Sandra buscó ayuda en instancias federales y en la Ciudad de México encontró a Províctima, un programa de atención a víctimas de la Procuraduría General de la República (PGR), relataron los periodistas, y en 2013 logró levantar una denuncia por trata de personas. 

En Guerrero, no existe una carpeta de investigación abierta relacionada con el caso de Ivette Melissa, solo existe una a nivel federal, explicó Juan Carlos Gutierrez, director de Idheas a Ayala y Tzuc. El abogado afirmó que la falta de perspectiva de género por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) fue una de las razones por las que acudieron a una instancia internacional. 

Durante los nueve años de búsqueda, Sandra acudió a “la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA), se tardaron un año en determinar que no podían llevar el caso, ya que no se trataba de un feminicidio sino de un delito que involucraba al crimen organizado, y enviaron la investigación a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), en donde aún sigue”, relataron los periodistas. 

Sin embargo, las investigaciones omitieron el contexto de violencia de género del que era víctima Ivette Melissa. En 2018, Sandra obtuvo un amparo para que la desaparición de su hija se investigara con perspectiva de género, por parte de la Fiscalía General de la República. Esto representó investigar el contexto del que era parte Ivette Melisa, por ejemplo, las amenazas y/o violencias previas que la vulneraron con el objetivo de determinar si su desaparición se relaciona con su condición de género. 

Sin obtener justicia, Sandra acudió a la CEDAW, comité de las Naciones Unidas que firmó la Convención para la eliminación de la discriminación contra la mujer y tiene como objetivo garantizar los derechos humanos de las mujeres. Ahora el comité aceptó analizar el caso de desaparición de Ivette Melissa podrá determinar si las autoridades y servidores públicos le brindaron un acceso a la justicia sin disriminación a Sandra; de lo contrario, se podrán establecer medidas para garantizar la búsqueda e investigación de Ivette Melissa con perspectiva de género. 

La desaparición de las mujeres en México es una gran problemática desde el gobierno del ex presidente Felipe Calderón. Las niñas y jóvenes de entre 12 a 16 años son las principales víctimas. Actualmente, se estima que hay 22 mil 641 mujeres desaparecidas. 

Con información de La Verdad, periodismo de investigación 

asl