Las mujeres son las encargadas de cernir la tierra para descartar que fragmentos de barro se tiran durante las restauraciones y limpian previamente las ruinas antes de la etapa de reconstrucción, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Desde el 1 de julio se inició el Proyecto Integral de Restauración Chichén Itzá 2019, desde 1930 no se realizan trabajos a profundidad.

Sebastiana Dzib tiene 72 años y durante 30 años ha trabajado en el rescate de los vestigios Mayas de la zona arqueológica de Uxmal.

Es originaria de la comisaría de San Simón en el municipio de Santa Elena y es una de las mujeres maya que ha colaborado en el rescate de donde vivieran sus antepasados:

“Los antiguos señores hacia sus casas con adornos de piedra bonitos, no como las de ahora de bloques, los señores mismos hacia las figuras de las casas antes eran más bonitas”.

Ella junto con otras mujeres estuvieron encargadas de los trabajos de limpieza de las ruinas previo a que se realizará el rescate y restauración de lo que ahora puede apreciar el turismo:

“Cuando entramos a trabajar tuvimos que chapear, limpiar, sembrar adornos para que entren los visitantes. Antes había más personas trabajando, pero muchos de los que empezaron ya murieron”.

Las mujeres más jóvenes aseguraron sentirse orgullosas de su trabajo, pues están haciendo historia.  Nancy Tzek de 30 años y recordó como su abuelita, quien también trabajó en este asentamiento Maya le contaba historias, que hoy puede comprobar:

“Yo soy parte de esto porque vengo a trabajar y conozco los lugares, me siento orgullosa. De antes cuando estaba chica decía mi abuela en Uxmal hay muchas cosas bonitas, hay figuras de piedra, de tortuga, de cascabel, ella venía a trabajar aquí y yo le preguntaba ¿de verdad está bonito abuela? -Ella me decía- Sí esta bonito nena si llegas a verlo algún día y ya me morí vas a ver todo lo que te conté y así fue, era cierto”.

Restauradora trabajando en el Templo de los Guerreros

Restauradoras devuelven esplendor a Chichén Itza

Son tres mujeres quienes se han encargado de la restauración integral que se realiza en los edificios de Chichén Itzá con técnicas de intervención.

Claudia Ocampo, restauradora del Juego de Pelota, comentó que la satisfacción de su trabajo es enorme “desde 1930 no se realizaban trabajos de restauración a profundidad”.

La restauración del Templo de los Guerreros de La Iglesia, está a cargo la restauradora Claudia García Solís, quien señaló “en la subestructura del Templo de los Guerreros nos enfocamos a la intervención integral de los elementos pictóricos en los pilastrones que, a diferencia de lo que hay afuera de la zona arqueológica, aún conservan su policromía, el arte de pintar o decorar con varios colores".

La restauradora Karla Matínez López no oculta su admiración por la belleza arquitectónica de La Iglesia. Este edifico lo rescata con el apoyo de arqueólogos mexicanos y extranjeros.

La iglesia “es uno de los edificios más bonitos de estilo mosaico del Clásico temprano (900 d.C.)”, expresa.