Aún cuando la Cuarta Transformación ha colocado en primera línea la salud como un tema prioritario en la Agenda Pública y todos podemos coincidir con el diagnóstico, no todos coincidimos con las soluciones. 

La reciente discusión al respecto de la desaparición del Sistema de Protección Social en Salud, mejor conocido como Seguro Popular, en sus dos componentes, CAUSES y Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos, genera incertidumbre respecto de la atención de distintos padecimientos que se encontraban cubiertos en su totalidad y que son de alta incidencia en la población mexicana, particularmente en las mujeres.

Al Seguro Popular hay que reconocerle, que al menos en la atención a uno de los padecimientos más mortales para las mexicanas como es el cáncer de mama, su creación significa un antes y un después, ya que su cobertura es de las mejores en el Sistema Nacional de Salud.

En México se diagnostica cáncer de mama a alrededor de 13,700 mexicanas al año, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, diariamente fallecen quince mujeres por esta causa. Es entonces necesario que el Gobierno de México continúe en la construcción de un esquema de atención que permita disminuir la tasa de mortalidad y que aquellas que tienen la posibilidad de sobrevivir tengan acceso a una mejor calidad de vida.

El Presidente López Obrador ha fincado la transformación del Sistema Nacional de Salud en la reforma legal que actualmente se encuentra en discusión en la Cámara de Diputados, la cual pretende crear el Instituto de Salud para el Bienestar y contempla la creación de un Programa de Servicios de Salud y Medicamentos Gratuitos para la población sin seguridad social, es decir sustituye los servicios que brinda hoy día el Seguro Popular, mediante un solo esquema de cobertura, asegurando que se dispondrá de “todos los medicamentos para todas las personas”.

Para las usuarias del Seguro Popular que han sido diagnosticadas con cáncer de mama contar con los servicios y los insumos que establece el protocolo de atención del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, es tener la certeza que serán atendidas con las mejores intervenciones y medicamentos disponibles en el Sistema Nacional de Salud, pues el Protocolo de atención ha sido uno de los más actualizados y revisados en la historia del Seguro Popular.

Hoy en día, se cubren medicamentos e intervenciones que no están disponibles para las derechohabientes de ningún instituto de salud del país, como el IMSS o el ISSSTE. El Seguro Popular contempla el acceso a terapias que rebasan los 30 mil pesos por dosis o la reconstrucción mamaria con implantes para aquellas mujeres que hayan sido tratadas con mastectomía, reduciendo los costos asociados y los tiempos quirúrgicos. 

La reforma planteada por el Gobierno de México y presentada por el Diputado Mario Delgado no señala a ciencia cierta si se mantendrán los protocolos de atención de las enfermedades que más de alto costo generan a las familias mexicanas.

Lo anterior fue una de las principales preocupaciones reflejadas durante las Audiencias Públicas del Parlamento Abierto en la Cámara de Diputados, donde participaron, alrededor de 80 expertos en la materia, desde el actual Secretario de Salud, ex Secretarios, funcionarios, ex funcionarios, Académicos, Organizaciones de Pacientes e Industria, pues es importante reconocer que las necesidades del sistema son muchas y no se puede anteponer una reforma administrativa a la atención de padecimientos mortales que en la mayoría de los casos tiene a los pacientes contrarreloj. 

Las inquietudes para la población son muchas, empezando por que la iniciativa no brinda certeza a las actuales usuarias, ni en su parte orgánica ni en la parte transitoria, pues no contempla la vigencia de las pólizas actuales que otorgan derechos y acceso a los servicios de salud. Otro tema es el financiamiento, pues la propuesta de reforma no considera la necesidad de establecer nuevas fuentes para ello, sin embargo, amplía la cobertura de manera exponencial, además de incluir la responsabilidad del gobierno federal sobre la infraestructura en salud en caso de que los estados decidan firmar convenios de coordinación para el ejercicio de las facultades concurrentes en la materia. 

La incertidumbre en ninguna materia es recomendable, menos aún cuando día a día surgen expresiones de descontento frente al desabasto de medicamentos, infraestructura o se señalan las precarias condiciones en las que el personal trabaja cotidianamente. Poner en riesgo la salud de los más vulnerables no sólo es injusto sino criminal frente a la necesidad, reconocida por todos, de transformar el Sistema Nacional de Salud.

Atrás quedaron las promesas de contar con una cobertura universal en salud, donde un solo sistema atendiera a todos los mexicanos y mexicanas sin importar su calidad laboral, derechohabiencia o residencia. Ante tal condición, el Gobierno de México apuesta por una reforma administrativa que, por lo visto no dará resultados en el corto plazo. Mientras tanto seguiremos esperando la transformación que nos permita contar con una atención en salud digna, suficiente y de calidad, en la que no mueran 15 mujeres diariamente por cáncer de mama.

CRISTINA HELIANE ROSAS BALAN

Twitter: @Kris_HelianeRB

Egresada de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública con Especialidad en Ciencia Política por la UNAM y Especialista en Derecho Parlamentario por la Universidad Iberoamericana.

Especialista en Asuntos Públicos dedicada al impulso de estrategias de incidencia, vinculación y cabildeo. Se ha desarrollado principalmente en la elaboración de proyectos legislativos, de políticas públicas y capacitación con perspectiva de género, finanzas públicas y gestión de recursos, con experiencia en el sector público y medios de comunicación.