La foto de Beyoncé Knowles en Instagram publicada en 2017 donde sale rodeada de flores con su barriga de gemelos para el artista Awol Erizku batió récords en la red. Ayudó al cambio de percepción a lo largo de cinco años de la figura femenina embarazada en el mundo del arte.

El tema del embarazo en el arte lo analiza la muestra Portraying Pregnancy: From Holbein to Social Media, que desde el 8 de julio se puede visitar en el Museo Foundling de Londres. 

“Ver una exposición cuyas protagonistas sean las mujeres embarazadas no resulta muy habitual en los museos. Es una de las muchas narrativas alrededor de la mujer que hasta ahora no se han explorado”, dijo para El País, Karen Hearn, profesora honoraria del University College de Londres y conservadora de arte de los siglos XVI y XVII de la Tate Britain entre 1992 y 2012, comisaria de la muestra.

La representación de las mujeres embarazadas en el arte

"Retrato de mujer de rojo", de Marcus Gheeraerts

Según Hearn, la visibilización de las mujeres embarazadas en el arte no había sido aceptable. Al preparar la exposición descubrió que se podía hablar del “embarazo invisible” en los retratos del siglo XVI porque no se solía representar.

El embarazo se empezó a visibilizar a principios del siglo XX, la mayoría de las obras eran de artistas hombres que pintaban a sus esposas.

Autorretrato embarazada II'' de Chantal Joffe

¿Por qué durante siglos se consideró como tabú la representación de las mujeres embarazadas en el arte? Sólo aparecían en relación con el mundo religioso como en la La Visitación del Nuevo Testamento, que recreaban el encuentro de la Virgen María y su prima Isabel.

La comisaría señala que durante mucho tiempo una mujer embarazada se veía como una transgresión, algo que provocaba hostilidad o incluso rechazo ante la clara evidencia de la actividad sexual femenina.

La presencia de las mujeres en el arte cambio un poco la reglas del juego.

“Cuando las pintoras empezaron a retratarse a sí mismas durante el embarazo, su aproximación al mismo y sus imágenes mostraban una aproximación totalmente diferente a la masculina, más cruda y directa”, señaló Hearn.

La fotografía y las mujeres embarazadas

Se creía que con la irrupción de la fotografía podría haber una sobre representación de las mujeres embarazadas en el mundo del arte, dijo la comisaria. Fue hasta 1991, con la portada de Vanity Fair que se mostró a Demi Moore embarazada, posando para Annie Leibovitz.

“A partir de ahí muchos retratos fotográficos comenzaron a celebrar el cuerpo gestante femenino. Gradualmente, bajo el control de las famosas, particularmente a través de las redes sociales, este tipo de retrato se ha convertido, de hecho, en una forma importante de autopromoción”.

La investigadora comentó para El País que 1973, en Londres surgió una moda extraña de poca duración, donde las mujeres usaban “almohadillas para el vientre” que simulaban que estaban embarazadas.

(Diana Juárez)

Con información de El País