No todos los besos se dan con la boca,  algunos son más placenteros, como el  beso pompoir. Te contamos de qué se trata y cómo llevarlo a cabo.

El beso pompoir o beso de Singapur se trata de una técnica sexual muy placentera que requiere de práctica y entrenamiento. ¿Estás lista para intentarlo y ver de qué se trata?

Una de las prácticas sexuales más comunes es el beso, pero existen innumerables formas de besarnos y expresarnos cariño.

De acuerdo con la ciencia, existen cinco zonas en el cerebro que se activan cuando nos besamos, se liberan hormonas como la oxitocina, dopamina y adrenalina.

Por ello es de gran importancia besarnos en los “preliminares” del acto sexual, ya que muchas personas lo necesitan para llegar al orgasmo, eso es conocido como basoexia, la excitación producida por los besos.

El beso más popular ha sido el “beso negro” que consiste en lamer el ano de la pareja sexual, incluso introducir la lengua por el orificio rectal para estimular las zonas erógenas que rodean el esfínter.

No es la práctica favorita de muchos, ya que se considera sucio, sin embargo, si se tiene una higiene rigurosa, puede ser viable.

¿DE QUÉ SE TRATA EL POMPOIR?

Dentro del mundo de los besos, no sólo existe el que se da en la boca, por ejemplo existe el denominado beso de esquimal que se da con la punta de la nariz.

El beso “pompoir” o “beso Singapur” consiste en masajear el pene erecto, tras introducirlo en la vagina o el ano, con los músculos que se encuentran al interior, ya sea de la musculatura circuvaginal o pubocoxígea.

Esta práctica tiene más de 300 años. Nació en la India, se extendió hacia Tailandia y Japón. Ahora, según sexólogos es de los ejercicios más recomendados para fortalecer y tonificar el suelo pélvico.

Esta técnica requiere de varios años para dominarse, para irte preparando podrías usar las denominadas “bolas chinas” que proporcionan flexibilidad, firmeza y control sobre la musculatura interior. También los ejercicios del suelo pélvico pueden ayudarte.

La postura clave sería que la persona penetrada se coloque en cunclillas sobre la pareja tumbada arriba, el resto del acto sería tratar de hacer contracciones rítmicas de los músculos circunvaginales o pubocoxígeos.