La cifra de policías caídos en el estado en 2019 ya llegó a 35. Cuatro asesinatos al mes en números redondos. El último de ellos fue el del oficial de 25 años Gerardo Rafael Soriano, miembro de la policía montada de León y que donó sus órganos tras sufrir muerte cerebral en una riña. Falleció por traumatismo craneoencefálico luego de la golpiza que le propinaron un grupo de pandilleros.
En su informe hasta el 24 de septiembre, la organización ciudadana contabiliza que 281 policías han muerto en México. Y Guanajuato lidera las estadísticas con 35, por encima de Michoacán (23), Jalisco (23) y Chihuahua (21).
León, Celaya, Valle de Santiago e Irapuato tienen los mayores casos de homicidios contra los uniformados. De los 35 casos contabilizados, en 24 de ellos los policías fueron atacados mientras estaban en funciones. En los 11 restantes fueron asesinados cuando no estaban de servicio.
Causa Común también detalla que tres de los fallecidos pertenecían a la Fiscalía General del Estado, 7 a la Secretaría de Seguridad Pública estatal y uno a la Guardia Nacional. Los otros 24 trabajaban en las corporaciones municipales.
En el caso de los cuatro asesinatos que se dieron en León, sí se logró la captura de los presuntos responsables pero en los demás casos, no.
De continuar la tendencia como hasta ahora, Guanajuato podría igualar la cifra de policías asesinados. Causa Común registró 63 asesinatos en 2018, lo que puso al estado como el lugar líder donde más ocurrieron los homicidios, seguido de Guerrero y el Estado de México.
La lista negra de Guanajuato va en aumento.
MG