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VIDEOS: Así fueron los ataques de la Tropa del Infierno en Villa Unión

Los enfrentamientos del sábado y domingo han dejado, hasta el momento, 16 delincuentes, 4 policías y 2 civiles muertos; detienen a dos

Escrito en ESTADOS el

El último día de noviembre, la tranquilidad de los poco más de 6,000 pobladores fue usurpada por un grupo de criminales que abordo de más de 20 camionetas fuertemente equipadas secuestraron la paz de municipio norteño de Coahuila, Villa Unión.

Alrededor de las 12:00 horas del sábado, una escaramuza de camionetas fuertemente equipadas y todas con civiles armados, empezaron a circular por el Villa Unión.

“Yo por lo menos conté 15 camionetas, todas estaban muy equipadas, eran camionetas grandes, llevaban gente adentro y en las cajas, todas con armamento y con uniformes tipo militar, con la leyenda CDN”, narra Héctor, habitante de Villa Unión.

El grupo armado se dirigió hacia la Presidencia Municipal, la rodeo al igual que la comandancia de policía que se encuentra a espaldas de la misma, sacaron un megáfono y empezaron a dirigirse hacia el personal que se encontraba al interior del inmueble.

Después siguieron entre 20 y 30 minutos de ráfagas constantes de tiros contra la presidencia municipal de Villa Unión. Al interior del edificio no se encontraba la alcaldesa, pero sí elementos de Protección Civil y de la Policía Municipal.

Villa Unión es un municipio que tiene solo ocho policías, dos patrullas. No tiene semáforos, hay un OXXO y una gasolinera.

Detienen a dos

El gobernador Miguel Riquelme dio a conocer la detención de dos integrantes del grupo de delincuentes armados que el sábado se enfrentó con fuerzas policiacas y militares en el Municipio de Villa Unión. 

Los dos detenidos manifiestan que fueron enviados por el Cártel del Noreste (CDN) a tratar de asustar a Coahuila, a una población que está a la entrada de la brecha, ellos querían entrar, pegar y salir

De acuerdo con lo externado por los detenidos, eran cerca de un centenar de criminales quienes llegaron a la pequeña localidad de Villa Unión, al norte de Coahuila, a bordo de unos 25 vehículos.

Ellos llevaban dos guías al frente, lamentablemente esas dos guías fueron los que abatieron los elementos de la Policía estatal, se quedaron sin guía, no sabían cómo salir de Villa Unión a las brechas, que no es algo sencillo

Y quiero también dejar en claro que nuestra extensión territorial fue precisamente uno de los temas que vulneró a la población de Villa Unión, porque ellos van y rodean por la parte de Estados Unidos y se meten directamente por los ranchos de Coahuila hacia Villa Unión

Riquelme Solís dijo ante representantes de medios de comunicación que el operativo de búsqueda del grupo criminal continúa vía terrestre y aérea con tres helicópteros, uno de estos artillado, facilitado por la Cuarta Región Militar.

La Tropa del Infierno

El viernes 29 de noviembre, se reportó un convoy de por lo menos 21 camionetas que salían de Nuevo Laredo rumbo a Piedras Negras, Coahuila. Era el brazo armado del Cartel del Noreste. Las camionetas estaban artilladas y algunas con blindaje artesanal.

La ruta que tomo el convoy criminal fue de Nuevo Laredo por la carretera conocida como la Ribereña, rumbo a Piedras Negras; ya en Coahuila, tomaron la brecha en el ejido Santa Mónica, donde presuntamente pasaron la noche para llegar a Villa Unión al día siguiente.

Tras su llegada al municipio de Villa Unión, el convoy se dividió en dos grupos para finalmente rodear las instalaciones de la Presidencia Municipal y la comandancia de policía.

Los delincuentes sacaron un megáfono, mediante el cual inferían amenazas contra la alcaldesa Narcedalia Padrón Arizpe.

“A todos los que estén grabando los vamos a levantar y se los va a cargar la chingada”, también amenazaban.

Después de rafaguear la Presidencia Municipal, los criminales se trasladaron a la Plaza Gigedo, que lleva ese nombre en honor a uno de los dos municipios que junto con Rosales se unieron en 1927 para conformar el hoy municipio de Villa Unión.

Los criminales secuestraron a un miembro de la oficina de Protección Civil del ayuntamiento, así como a un bombero que se encontraban dentro de Presidencia, y cuatro menores, con la finalidad de que sirvieran como guía del convoy en el trayecto de escape.

Finalmente, los cuerpos de Joaquín Cabrera y Antonio Espinoza, el bombero y el inspector de Protección Civil, fueron encontrados sin vida. Los menores fueron rescatados ilesos.

Ya en la plaza Gigedo, los criminales iniciaron una nueva lluvia de balas contra algunas casas vecinas. En el ataque utilizaron granadas.

Las fuerzas de Seguridad Pública del Estado se tardaron en llegar entre 40 y 50 minutos. El enfrentamiento entre los cuerpos de seguridad de Coahuila y los criminales duro más de dos horas. Inicialmente llegaron dos unidades de Seguridad pública del Estado por la carretera rumbo Allende y luego cuatro más por el otro lado, por la carretera a Guerrero, dejando a los delincuentes en medio de las unidades de seguridad del Estado.

Los delincuentes planeaban emboscar a las fuerzas locales de seguridad, mas no contaron con que estas fueran apoyadas por el Ejército en tan poco tiempo.

El saldo rojo

El parte oficial indica que cuatro oficiales fallecieron al ser emboscados:

·         Karla Gabriela Soto Arriaga

·         Pedro Alejandro Juárez Torres

·         Ángel Gabriel Domínguez Escareño

·         Juan Homero Gallegos Berna

Otros seis elementos estatales fueron ingresados al Hospital Chavarría, de Piedras Negras, y dados de alta:

·         Javier I

·         Jorge E

·         Juan J

·         Hugo M

·         Esau N

·         Ricardo M

Por parte de los criminales, fueron abatidos 16.

17 vehículos fueron asegurados a los criminales

2 de los 14 vehículos asegurados estaban artillados

14 armas largas

Numerosos cartuchos

La masacre en Allende de 2011

El pequeño municipio de 20.000 habitantes aledaño a Piedras Negras, en la frontera de Coahuila con Texas, se ha convertido en la metonimia de una masacre perpetrada por el grupo criminal de Los Zetas en la primavera de 2011 en represalia por la traición de sus operadores en la zona. Dependiendo de la versión o del lapso que se considere, entre 28 y 300 personas fueron asesinadas y sus restos desaparecidos.

“Ese mismo fin de semana”, respondió el empresario, refiriéndose a los días del viernes 18 al domingo 20 de marzo de 2011, cuando Los Zetas comenzaron la embestida. Me contó que el sábado 19 estaba en un evento social en Piedras Negras cuando “empezó la sonadera de celulares” de los invitados recibiendo llamadas que informaban sobre secuestros en la zona.