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La asombrosa transformación de El Champions, el indigente rehabilitado

“Está en buenas manos, ya hasta sabe leer”, dice uno de sus compañeros. ‘El Champions’ ya no tiene la apariencia de un indigente, tiene tenis y amigos nuevos

Escrito en GUANAJUATO el

León-. “Llegó de una manera salvaje, no golpes, si no salvaje por como vivía en la calle. Cuando está comiendo todavía quiere agarrar la comida con la mano, le dicen: ‘Champions’ come bien, con la cuchara’”, cuenta Juan Daniel Zúñiga Barajas, de 34 años, director del ''Grupo Fuerza y Voluntad'', la nueva casa de ‘El Champions’ en la colonia Candelaria.

Jesús Valadez, de 48 años, está a punto de cumplir 7 meses en su recuperación dentro de un anexo. Habla poco pero sí entiende lo que sus compañeros le dicen. Asienta con la cabeza o responde brevemente. Su diálogo no es muy fluido, pero dijo su nombre y su edad, además contestó otras preguntas.

-¿Cómo te tratan?

-Bien, me tratan bien

-¿Qué comes aquí?

-Comida con tortilla

-¿Cuándo sales a dar la vuelta a dónde sales?

-Allá a la calle, al Coecillo.

Con una playera azul, tenis Nike y un aspecto limpio ‘El Champions’ recobra fuerza para dejar su pasado atrás. De la calle a la rehabilitación. De la marginación a tener un plato de comida en la mesa. Sus compañeros lo respaldan.

Los días en que ‘El Champions’ “traía una faldita” quedaron atrás. Su padrino Daniel –cómo le llaman a las personas que ayudan a los drogadictos- cuenta que fue testigo de cómo la gente lo grababa, pero no lo ayudaban.

“Yo lo miraba y decía: ‘por qué nadie hace nada por él’. Lo pasé y de ahí ya va cumplir 7 meses aquí conmigo, ahorita ya tiene su primera visita con el psiquiatra. Ya se le compró la medicina”.

La llegada de Jesús al anexo fue algo diferente, relata el director. Tratarían con una indigente, una persona que vivió años en la calle, oliendo solventes en un bote de pegamento. Un hombre que caminó bajo el sol y no tenía con qué cubrirse del frío o de la lluvia.

''El Champions'' no deja de moverse, está sentado en una silla y durante la plática sus piernas tambalean, se toca la cara y la cabeza. En los pocos momentos de tranquilidad mira fijamente e intenta sonreír.

Un estudio psiquiátrico que le aplicaron en el Centro de Rehabilitación reveló que padece esquizofrenia.

“No sabía si oía (…) pues ya hasta que se tiene un expediente con el doctor, con la nutrióloga, para realmente saber por dónde. Yo pensaba que le dolía mucho la cabeza, pero es parte de la esquizofrenia que él sufre. La receta se la llevó su pariente. Su problema de él es que está callado, era difícil mirarlo así, andaba pa’ arriba pa’ abajo”, comenta el director del anexo.

Esta es la cama de ''El Champions'' en el Centro de Rehabilitación ''Fuerza y Voluntad''. En el anexo hay 82 internos

A pesar de esta enfermedad, su padrino afirma que no le dan ataques. ‘El Champions’ sabe dónde está, es consciente de que se está rehabilitando.

Los internos se han vuelto su familia.

“Hasta se dirige con nosotros por el nombre (…) está en buenas manos, ya hasta sabe leer”, dice uno de sus compañeros mientras limpia la oficina de dirección.

Otro de los chicos cuenta que “está agarrando más conciencia, si le preguntan su nombre si contesta”.

Jesús se hacía del baño en cualquier lugar, dicen que incluso tomaba su excremento y lo aventaba. A partir del “tercer o cuarto mes” empezó a cambiar su conducta, su recuperación avanza, cuenta Daniel.

“Ya no se hacía del baño, se le enseñó que había una disciplina (…) Ya sabe cuál es su cama, cuáles son sus cobijas. Ya sabe qué es lo que tiene que hacer en las mañanas, ya sabe que se tiene que enjuagar su boca, que aquí hay reglas”.

Así luce el anexo, en el segundo piso lo internos se ejercitan

Ahora ya hasta sale a dar la vuelta. “Lo sacan, se lo llevan a la tienda, aquí mismo en la zona”, menciona su padrino.

Jesús andaba por las calles de la colonia El Coecillo sin identidad. Ni siquiera tiene CURP. Este domingo uno de sus hermanos se enteró por redes sociales que ‘El Champions’ estaba internado, y lo visitó. El director confiesa que su pariente es de bajos recursos.

“Precisamente ayer llegó un familiar de él, su hermano. Platiqué con él y todo (…) le dije que lo necesitaba para saber su origen, para ayudarlo más profesionalmente. Hay personas que necesitan un poquito más de ayuda”.

Sus compañeros lo guían, explican que la atención se ha enfocado más en Jesús, por su condición

“Vamos a tener que estudiarlo poco a poco, es un trabajo muy crónico”.

El dinero para la recuperación del indigente viene del mismo Centro de Rehabilitación. Las familias pagan 400 pesos a la semana para el apoyo psicológico, alimenticio y recreativo de los internos. Así como la compra de productos de limpieza y el mantenimiento de la casa en la que se resguardan.

El anexo ubicado en la calle Candelaria #2326 tiene dos plantas: en la parte de abajo hay una sala de espera, una oficina, un cuarto de observación, una habitación con literas para todos, el área de cocina, un patio, y la sala de juntas de rehabilitación. En el segundo piso está la zona para guardar la despensa, hay más baños y también un patio grande para hacer ejercicio.

El director comentó que si la gente está interesada en apoyar a ‘El Champions’ o a cualquiera de los internos lo pueden hacer personalmente el día que sea. En el anexo se reciben visitas los domingos desde la 1 de la tarde.