Main logo

VIDEO / El "Ronaldinho" de los cruceros de León

A sus 31 años, y con dos hijas que mantener, Roy toma su muleta y sale a trabajar al crucero de los bulevares López Mateos y Francisco Villa

Escrito en GUANAJUATO el

Roy Martínez hace 50 dominadas a contrarreloj. Los 60 segundos del semáforo tienen que ser aprovechados para ponerse en medio del crucero de los bulevares Adolfo López Mateos y Francisco Villa y echar a andar el balón. Pero lo hace con un solo pie, le amputaron una pierna a los meses de haber nacido.

“Desde niño me gustaba el futbol, ya comenzaba yo a practicar este deporte, mientras más fui creciendo se me dio un poco más”, cuenta Rogelio mientras avanzan los coches y espera a que cambie el semáforo.

Inspirado en Ronaldinho y con 31 años de edad, Roy sale a trabajar y a mostrar su talento con la pelota. No solo hace dominadas con el pie, también con su pecho, y con la cabeza. Una maniobra que parece increíble, y que para una persona discapacitada significaría el doble de esfuerzo.

“Me apasiona el fútbol”, fue la respuesta de Roy al preguntarle cómo es que logra este número de dominadas. En un buen día se lleva entre 400 y 500 pesos, precio de su talento.

El show es así. El semáforo para los automovilistas se pone en rojo y los coches se detienen, Roy toma el balón, su muleta y baja del camellón –en donde tiene su mochila y una botella de agua- ya en medio del bulevar comienza a trabajar.

Sesenta segundos se vuelven una eternidad en la que tiene que manipular la pelota, y en el que el sudor se escurre por su rostro, pero ya está acostumbrado. Lleva casi cuatro años haciendo dominadas en los cruceros de León.

Este mismo espectáculo se repite por tres o cuatro horas, depende como esté el día, dice Roy. Pero es común verlo en este crucero céntrico casi todos los días.

Hay gente que lo mira con asombro y bajan el vidrio para darle una moneda. Otros, simplemente suben el vidrio y se voltean.

“Es más la gente buena. Hay gente que me dice: me hiciste el día amigo, con solo verte y echarle ganas. Hay gente que tan solo con verte parado, sube el vidrio”.

Originario de Michoacán, pero a punto de ser un “panza verde”, Roy se la juega en la ciudad para llevar el sustento a su esposa y a sus dos hijas, que viven en La Piedad. “Felizmente casado y con dos niñas, una de 8 y una de 6 (años)”, cuenta.

Crecer con una pierna amputada ha sido su vida “normal” desde pequeño. Pues a los meses de haber nacido, le detectaron un tumor riesgoso y le quitaron un pie. Roy ha sabido sortear la vida con esa dificultad.

“Mi amputación fue a raíz de que tenía un tumor con riesgo de cáncer, eso fue a muy temprana edad (…) Yo lo tomo normal, porque fue desde muy pequeño. Me acostumbré a todas las etapas de mi vida, tuve que crecer así, adaptarme a todo lo que un niño normal hace, esa fue la razón de salir adelante”

Sus hijas lo ven como un ejemplo de lucha. Ellas se quedan en La Piedad mientras Roy sale a trabajar, va a visitarlas de vez en cuando y se regresa. Son su “motor”.

“Ellas entienden un poquito más (sus hijas), ahorita ya les explico de mi discapacidad, ellas felices conmigo, saben que las saco adelante, que son el motor de mi día a día”.

Crucero del Francisco Villa y Adolfo López Mateos, donde trabaja Rogelio

Reconoce que no es fácil enfrentar una discapacidad. Él se dedica a hacer dominadas como alternativa de supervivencia, pero también como pasión al futbol. A las personas con las mismas condiciones, el amateur les da un mensaje.

“Que salgan adelante, algunos se deprimen mucho, la vida ahí no se acaba, ahí comienza, es una nueva vida”.

Roy no tiene un equipo favorito. Ni el Chivas ni el América ni el León. Pero sí hay un jugador que lo atrapó con su forma de mover el balón: ‘El Mago’ brasileño, Ronaldinho.

“Soy amante del futbol, no tengo un equipo en sí, a mí me gusta ver un buen partido, ver el futbol y nada más”.

Sobre el crucero también hay historias.