Main logo

"Se multiplican los chavos que venden droga en Chiapas, ya no estamos tranquilos"

A la par del crecimiento del narcomenudeo en el territorio chiapaneco, aumentó la inseguridad y temor de sus habitantes: Observatorio Ciudadano

Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- Con voz tímida, Lupita, una vendedora de pollo en el centro del municipio de San Fernando, ubicado a 10 o 15 minutos de Tuxtla Gutiérrez, señala: “mire todo por acá; hay muchos chavos que se dedican a vender mariguana, polvito blanco o cristal… ya no estamos tan tranquilas”.

También lee: El Cártel de San Juan Chamula extiende y diversifica su poderío en Chiapas 

Lupita, cuyo nombre real también se omite por temor a represalias, apunta que los dealers (distribuidores) están presentes de día y de noche en este pequeño poblado de no más de 30 mil pobladores, sobre todo en su zona centro.

A la par, agrega, la inseguridad también va en aumento: “Da miedito, porque esos ‘negocios’ se hacen a la vista de la gente, y pues se teme que de pronto pase algo peor”.

La comerciante no quiere hablar más, tiene miedo, como lo tienen muchos ciudadanos de esta entidad, donde la violencia ha escalado.

En contraparte, otras personas llegan a sentir admiración por las personas que se dedican a actividades ilícitas, principalmente porque lo hacen a la vista de autoridades y no son detenidos.

“Mis primos se dedican a los drogas y a las armas. Cuando vienen a San Cristóbal ya sea por chamba o de paseo, utilizan una camioneta lujosa, traen sus ‘metras’ (armas largas), se visten de vaqueros, con cinturones piteados, sobrero y botas, y también el producto que van a repartir a sus dealers, entre ellos algunos ‘chicleritos’ (vendedores ambulantes de chicles, cigarros sueltos y otras golosinas) del centro y los andadores de esta ciudad”, señala un joven indígena, originario de San Juan Chamula que, desde hace como una década, maneja un taxi para ganarse la vida, honradamente, en esta región de los Altos de Chiapas.

“Me han invitado a entrarle, pero no, la vida fácil termina siendo una trampa y luego no se puede salir”.

DELITO AL ALZA

De acuerdo con su último análisis, el Observatorio Ciudadano de Chiapas especifica que, por el delito de narcomenudeo, esta entidad reportó 2.47 carpetas de investigación (CI) por cada 100 mil habitantes en agosto pasado.

Entre otros detalles, menciona que Pichucalco, municipio de la región Norte del estado, contabilizó un aumento de casi 500% en comparación con agosto de 2020, así como la tasa municipal más alta: 18 CI por cada 100 mil habitantes.

Suchiate, Benemérito de las Américas, Palenque y Huixtla le siguen con las tasas más altas en esta geografía del Sureste del país, detalla.

Algunas de las principales ciudades, como Tuxtla Gutiérrez, presentaron descensos en este delito: la capital pasó de 4.47 CI en agosto de 2020 a 2.90 CI por cada 100 mil habitantes en ese mismo mes, pero de este año; en idéntico lapso, San Cristóbal sí registró un aumento, pues de 0 pasó a 2.24 CI por cada 100 mil pobladores.

En Tapachula también se observó una baja: en agosto de 2020, hubo 7.96 CI pro cada 100 mil gentes, y para el mismo mes, pero de este 2021, la cifra se fue a 4.99, aunque aún es elevada.

En un comparativo no solo a nivel local sino con la media nacional, el narcomenudeo ha crecido de forma importante en Chiapas: en 2015, las CI que se abrían por el mismo alcanzaban el 0.74 por cada 100 mil pobladores; en 2016 incrementó un poco (llegó hasta 0.94 por cada 100 mil personas).

En 2017, agrega el reporte, el máximo fue de 1.37 por cada 100 mil; en 2018 alcanzó las 1.85 CI; para 2019 fue de 1.91, mientras que en julio del año pasado se llegó a la cifra más gruesa: 2.59 CI por cada 100 mil personas.

esc