Ante la escasez de cerveza tras 45 de cuarentena, en Saltillo el destino les jugó una mala pasada a los bebedores. Luego de que el lunes se corriera el rumor de que la bebida estaría disponible en tiendas del centro, decenas de personas acudieron a formarse desde la mañana.
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Algunos llegaron incluso antes de la 7 de la mañana. Otros acudieron acompañados de amigos de parranda, parejas y hasta hijos. Las tiendas, aunque estén abiertas no podían vender bebidas alcohólicas antes de las 10 de la mañana, por lo que los compradores, impacientes, optaron por matar el tiempo con celulares y pláticas.
En una de estas filas todo era felicidad, pues por fin iban a comprar cerveza a precio normal y no al doble, como en algunos lugares la venden.
Todo iba bien hasta que a las diez de la mañana salió uno de los trabajadores de la tienda con la noticia de que este martes se cancelaba la venta de cerveza. Y así, sin más explicaciones, clausuró los refrigeradores de bebidas alcohólicas.
Las personas se le quedaban viendo, algunos pensando que era broma, otros reaccionando ante el anuncio y unos pocos repetían la información para sí mismos.
Luego de varios minutos y tras aceptar la dura realidad, los clientes comenzaron a retirarse, algunos molestos, otros tristes, y unos pocos con buen humor, porque quien quite y mañana puedan comprar su tesoro.