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Roban focos para drogarse con cristal: tres voces de León lo relatan

“Quería probarlo, quería ver qué onda con eso”, dice un chico de 21 años al recordar los días en los que fumaba cristal en el barrio de San Felipe de Jesús

Escrito en GUANAJUATO el

León-. Samuel -el nombre que usaremos para mantener el anonimato- y sus amigos decidieron “echarse una manita” para robarse el foco de una vecina de la colonia San Felipe de Jesús. Querían fumar cristal y lo único que les importaba era conseguir donde hacerlo, “ya no había tiendas abiertas”, dice el chico de 21 años.

El cristal es una droga sintética que se puede comer, fumar, inyectar, o inhalar. De la que dependen 70 mil adictos en Guanajuato, de acuerdo con el registro del Centro de Atención Primaria en Adicciones (CAPA), del 2019.

Samuel dice que el robo de focos es una realidad. Él y sus amigos llegaron a robar uno bajo la ansiedad de consumir “crico”. Echa un ojo atrás, y se remonta a la escena que vivió hace cuatro años, cuando tenía 17 años.

“Era un sábado, estábamos en la casa de un amigo, traíamos el cristal pero no traíamos en que fumarlo, y les dije: pues hay que robarnos un foco porque ya era noche y no había tiendas. Entre yo y “Randy” le echamos manita a otro para que lo quitara”.

El 99% de los internos del Grupo ''Fuerza y Voluntad'', de la colonia La Candelaria son adictos al cristal, dijo el director  (Foto: Archivo)

La sorpresa fue que en ese momento salió la dueña de la casa, Samuel y sus amigos tuvieron que correr unas cuantas cuadras para esconderse. “En eso lo acabamos de quitar (el foco) salió la señora; mi amigo se bajó y corrimos. Como tal no se dio cuenta, pero sí nos llevamos el foco”.

Samuel no es el único que lo llegó a robar focos para drogarse, en León, aun lo hacen. Carmina, una vecina de 22 años, de la colonia Los Ángeles 2, salió a su casa y ya no tenía foco, así, sorpresivamente. Jamás se imaginó que beneficio tendría  un “ladrón” al robarse un objeto de 20 pesos.   

“Yo he sido víctima, algunos drogadictos de mi colonia han estado quitando mis focos para consumir cristal, esto lo sé porque conocidos me han dicho que los han visto (…) se me hace un tema injusto, principalmente por lo que ocasiona esa madre, ya para que de plano robes focos o nisiqiuiera tengan para una pipa… se me hace muy cañón”.

Imagen ilustrativa del cristal

Iván, otro chico de 22 años cuenta que por donde él vive también roban focos, en la colonia Maravillas.

“Al principio no sabía a qué se debía, luego supe que lo utilizan para consumir crico. Lo utilizan quitándole la parte de en medio, dejando hueco el foco, para colocar la piedra y derretirla”.

“Creo que es un tema en el que deben poner más atención las autoridades”, dice Iván. Pues sus vecinos se han dejado llevar por la metanfetamina.

¿QUÉ ES EL CRISTAL?

Conocido también como “ice”, “foco” o “crico”, el cristal es una metanfetamina que pertenece al grupo de las drogas “poppers”, o sea las que te “levantan”. “Una droga como pocas, la puedes comerfumarinyectarinhalar, consumir de la forma que tú quieras”, relató Erika Gonzálezpsicóloga y especialista en Ciencias Médicas a La Silla Rota, en enero del 2020.

LOS EFECTOS QUE CAUSA

El cristal genera dopamina, es un neurotransmisor que causa mucho placer, explica la especialista. Pagar por este efecto fugaz cuesta barato. Los adictos consiguen la droga hasta por 50 pesos.

Aunque el efecto depende mucho del entorno y el estado de ánimo del consumidor. “Las sustancias en el cerebro solo tienen dos opciones: te inhiben o te excitan. Puede tener tendencias suicidas u homicidas. Por el estado eufórico o depresivo”, comentó la psicóloga que llegó a lidiar con adictos.

A los consumidores de cristal no les da hambre, por eso pierden peso. Su piel es pálida y su dentadura se llena de caries porque les da mucha sed y suelen calmarla con refrescos y azucares.

DEJÉ EL CRISTAL PORQUE TENÍA CUATRO DÍAS SIN DORMIR

Lo que para algunos adictos podría ser difícil, para Samuel no lo fue. Confiesa que de un día para otro decidió dejar el cristal. Sus razones: cuatro días sin dormir, dolor corporal y problemas con su familia.

“Lo dejé porque ya tenía como una semana fumando y tenía como cuatro días sin dormir, dije: ya estuvo. Porque ya me estaba causando muchos problemas físicos, como la falta de sueño, falta de hambre, cuerpo cortado, asdecuenta un cansancio muy fuerte”, relata el chico.

Empezó a probar el cristal a los 17 años, porque era la “droga de moda” en la cuadra de su calle.

“Quería probarlo, quería ver qué onda con eso, porque en ese entonces era la droga de moda aquí a la vuelta, en ese tiempo todos lo consumían”.

 

 

Pero siempre llevaba en su mente la frase de un amigo: “Si ustedes quieren prueben de todo, pero no se claven en nada”, cuenta del otro lado del teléfono.

“Duré consumiéndolo como medio año, para mí fue fácil dejarlo porque yo no me sentía tan clavado en ese vicio, literal dije: voy a dejarlo de consumir”.

No todos sus amigos pensaron igual. Uno de ellos está hundido en el vicio, y tiene trabajos informales, “a veces se la pasa encerrado en su casa” cuenta Samuel, quien aprovecha para decir que no volvería a consumir metanfetaminas.

“La neta no volvería a fumar cristal, no hay nada sorprendente detrás, solo es algo que te destruye. Se va tu dinero, destruye tu familia, tu vida, te echa perder todo por algo que no vale la pena”.

En León cada vez son más los adictos al cristal. Daniel Zúñiga Barajasdirector del Centro de Rehabilitación ´Fuerza y Voluntad´ confesó a La Silla Rota, en diciembre del 2020, que el 99% de los internos son adictos a la metanfetamina. En el anexo de la colonia La Candelaria, hay 83 adictos, y la mayoría están ahí por su dependencia al cristal.