Main logo

¿Quieres una guacamaya con huevo, aguacate, cueritos, picadillo o con requesón?

Esta comida típica leonesa tiene en la actualidad variantes en su preparación añadidos a la tradicional de duro, bolillo, salsa con chile de árbol, sal y limón

Escrito en GUANAJUATO el

León.- Todo leonés que se precie de serlo, de cualquier condición económica, tiene como un antojito predilecto entre sus comidas las apetitosas y picantes guacamayas, que con más de medio siglo de venderse “como pan caliente”  en innumerables lugares de la ciudad, en los últimos años ha sufrido variantes con respecto a las consideradas como tradicionales.

Con cualquier adulto mayor de León puede uno enterarse de lo que es esta tradición culinaria que tiene ya alrededor de 75 años y aunque sigue sin pasar de moda, ya en la Zona Centro de la ciudad cada vez son menos los vendedores ambulantes de este suculento alimento, eso por cuestiones de reglamentación de las autoridades municipales, pero en otros sectores abundan, como en placitas de colonias y cruceros citadinos.

Guacamaya tradicional con añadido de aguacate. (Foto: Especial)

Así es, la tradición no termina, pues se pueden ver en distintos rumbos de la ciudad los característicos triciclos, los carritos con vitrinas e incluso locales, donde cualquier ciudadano puede mitigar el hambre… en lo que llega a su casa.

O también puede ir a restaurantes o bares donde en el menú contemplan también las guacamayas con diversos ingredientes.

LAS VARIANTES

Pero vayamos al tema, ¿Tienes hambre o antojo? ¿Cómo quieres la guacamaya?

 La tradición empezó con una sola forma de prepararse, que constaba de un bolillo al que se abría en dos partes donde se metía el duro de puerco, que es la piel de cerdo dorada en manteca dentro de cazos de cobre, “bañada” con una salsa tipo “pico de gallo”, elaborada con jitomate, cebolla, ajo, cilantro y chile de árbol, todos cortados en trozos pequeños y revueltos en un recipiente, y, para amarrar el buen sabor, se le pone sal y limón.

Tiempo después, a la misma guacamaya tradicional se le fueron incluyendo diversas porciones de ingredientes, esto de acuerdo al gusto de los compradores, como también al ingenio de los vendedores para lograr más ganancias, por lo que actualmente, entre las variedades, están por ejemplo las guacamayas con aguacate, huevo cocido, cueritos, requesón, tacos dorados, papa, frijol, un duro enroscado, picadillo, carne tártara y otros encurtidos.

También se pueden encontrar otras variantes: con cebolla morada, marlín yucateco, camarón, ceviche, atún, lengua de cerdo, claras de huevo, salchicha, chicarrón de pescado, carnitas, lomo, chicarrón prensado, rib eye… y pare de contar.

¿Usted de cuál prefiere?

PARA TODA OCASIÓN

Además, las guacamayas sirven para toda ocasión, se pueden comer a cualquier hora del día, incluso en algunas reuniones familiares son un manjar que invita a la convivencia, y, de manera especial, este 15 de septiembre para dar el “Grito” en familia, ya que a la par de que una guacamaya es apetitosa, resulta ser un platillo poco costoso, ya que con sólo 500 pesos se pueden comprar todos los ingredientes para repartir las guacamayas a medio centenar de personas.

Haga sus cuentas si quiere invitar a 40 personas, en promedio gastará: 100 pesos de duro de puerco, 80 pesos de jitomate, 20 pesos de cebolla, 10 pesos de chile de árbol, 120 pesos de bolillo (40), 5 pesos de cilantro, 5 pesos de ajo, 20 pesos de limones y con los 100 pesos que restan a sus 500 pesos compre unos dos melones o naranjas para hacer una olla de agua fresca.

Claro que, si va a invitar a tanta gente, debe tomar en cuenta que debe hacerlo en un espacio grande, al aire libre, donde se guarde un distanciamiento social adecuado de acuerdo al tiempo de pandemia que estamos viviendo.

Por cuestión es de salud, lo ideal sería que se reunieran este 15 de septiembre por la noche con menos de 20 personas, lo que además resultaría más económico la degustación de las guacamayas.

Todo esto está al alcance de la mano, tanto en lo económico como en la cuestión de tiempos, ya que abundan los centros botaneros donde se pueden comprar el duro, la salsa ya elaborada y los bolillos, cueritos, aguacates, entre otros encurtidos, con lo que se ahorra el trabajo de preparar el “pico de gallo” en el hogar.

 Por cierto, la foto de esta nota es del local de Botanas López, ubicada en el bulevar Antonio Madrazo, casi esquina con el bulevar Agustín Téllez Cruces, de la colonia Santa Rosa de Lima, donde todos los días, desde que Dios amanece, empiezan a freír los duros en cazos de cobre y más de una docena de empleados atienden a la mucha clientela que atienen de manera regular, con lo que el duro está en su punto, crujiente.

Una de las empleadas del lugar dijo que no podían dar información sobre el trabajo, sólo aceptó que regularmente para este 15 de septiembre esperan tener mayor trabajo para atender a más del triple de personas que celebran en familia con una buena dotación de guacamayas la tradicional noche del “Grito”.

Finalmente, sólo para acompañar la degustación de una deliciosa y picante guacamaya están cualquier tipo de líquidos, como agua, jugo, refresco, cerveza y cualquier bebida alcohólica, pues esta comida típica leonesa “se lleva con todos”, además de que, de alguna forma habrá que quitarse “lo enchilado”.

¡Bueno provecho!

JP