Caballos y yeguas que hicieron parte de la policía montada de Celaya, están en remate. El ayuntamiento publicó las bases de la subasta de 16 equinos de diferentes edades que van desde un año hasta los 14.
Con la venta de estos caballos criollos, la policía municipal busca comprar un caballo de mejor crianza, que son los óptimos para el trabajo de patrullaje en comunidades, precisó Miguel Ángel Simental, secretario de seguridad pública de Celaya. El funcionario manifestó que los caballos no se encuentran en condiciones para andar en comunidades, ni mucho menos para realizar operatividad en los mismos.
“La Malquerida”, “La Estrella”, “El Bebé”, “Maruca”, “Jacinta”, “Princesa”, “Tres Oros”, “Arcoíris”, “Relámpago”, “Máximo”, “Soldado”, “Junior”, “Tarasco”, “Rebelde”, “El Conde” y “El Condor”, no son de sangre pura, y algunos por su edad y por la impureza de su raza, no cumplen con las características del “puesto” como elementos de la policía a caballo del municipio.
No es necesario ser un rico ganadero. La subasta, abierta hasta el primero de diciembre, ofrece a los ejemplares a bajo costo. Los precios van desde los cinco mil pesos, hasta los 11 mil pesos.
José Luis Álvarez Alfaro, regidor presidente de la comisión de seguridad del ayuntamiento, señaló que ya en tres ocasiones han tratado de venderlos sin éxito. Dijo que para el municipio representan un gasto que no es rentable, en algunos casos por su edad.
“El bebé” es el más barato. Un potrillo de un año que se ofrece a partir de cinco mil pesos. “Rebelde”, el más experimentado arranca la subasta con un precio de 9 mil pesos.
Los interesados deberán primero visitar las caballerizas de la dirección general de la policía municipal para conocer el estado de salud de los animales, indican las bases publicadas hace unos días. Luego, a sobre cerrado, hacer un oferta en tesorería.
Estos caballos en algún momento también han sido empleados para brindar sesiones gratuitas de equinoterapia.
Así hasta el 30 de noviembre estos potrillos, yeguas, potrancas y caballos esperan su destino, vendidos al mejor postor, y como patrullas chocadas hacen parte del inventario de bienes muebles en desuso.
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LML