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“Nos trajeron a León y dijeron que aquí somos libres”, Verlot, migrante haitiano

El Instituto Nacional de Migración les entregó su estancia legal por un año en México y los dejó libres por las calles; desde hace 4 días no han comido

Escrito en GUANAJUATO el

León.- Suman cuatro días sin que decenas de haitianos puedan comer, fueron abandonados en León este domingo después de que el Instituto Nacional de Migración les entregara su permiso de estancia legal por un año en México. Los dejó en las calles, sin un lugar para dormir ni alimentos.

“El domingo nos trajeron en un camión. Y nos llevaron a una estación migratoria que está en un centro comercial, aquí en León. Y ahí nos dijeron que somos libres, nos dijeron que podíamos tomar un taxi y vivir en León”, comentó Verlot Dorgeron.

El hombre migrante se para en los cruceros con los dedos de las manos entrelazados y escasas prendas de ropa para el clima frío que llegó a León. Con solo eso y un cubrebocas sale a las calles en busca de comida, pero no es el único. 

Familias enteras con niños y bebés salieron desde el pasado viernes de la frontera con Chiapas con destino a León. Fueron trasladados en autobuses del Instituto Nacional de Migración y depositados en las oficinas federales de esta ciudad para recibir la “Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias” que está ofreciendo el Gobierno Federal como parte del programa “Quédate en México”.

Dicho programa, que aceptó la federación a petición de los Estados Unidos, les permite a los migrantes de Haití trabajar en territorio nacional hasta por un año con posibilidad de extender su estancia en México anualmente.

Sin embargo, la realidad en León es muy cruda para los migrantes haitianos, primero por el idioma, el grupo caribeño habla inglés y francés, les cuesta entender el español. Solo algunos de los compañeros hablan español debido a que emigraron de jóvenes a República Dominicana.

Ahora la meta es llegar de León a Tijuana, pero el pasaje por persona cuesta 2 mil 500 pesos y no tienen ni para pagar dos días en un hotel de 300 pesos que los aceptó para hospedarse en la zona de la Central de Autobuses.

Mikelange de 32 años, es una de las pocas pasajeras que hablan español con dificultad. Es una especie de traductora, ayuda a sus compatriotas a conseguir dónde quedarse en las noches o salir a comprar algo para comer.

“Venimos varias familias, en la mía somos cuatro adultos y dos niños. No esperamos entrar a Estados Unidos, pero queremos llegar a Tijuana, allá hay mucho trabajo, hay muchos haitianos. Salimos de Haití porque existen muchos hombres matando”, dijo la mujer.

Aceptó que ninguno de los migrantes tiene profesión y dijo que en su país se dedicaban a vender lo que podían en la calle ante la falta de empleo por falta de fábricas.

En su paso por León se sorprendieron del comercio que existe en la ciudad, han recorrido todo Adolfo López Mateos, la Zona Piel y los centros comerciales. Caminan por las calles del Centro Histórico y el Corredor Madero en busca de un lugar muy económico para dormir y piden ayuda para comer algo.

A diferencia de los hondureños, los haitianos no quieren pedir dinero en los cruceros para llegar al norte de México, pero sí piden apoyo en los establecimientos de la ciudad para comer.

El traslado en un autobús de migración les ayudó a evitar que viajaran desde Chiapas en el lomo de ‘la bestia’, como lo hacen otros centroamericanos. Por dos días de viaje, solo comieron pan y agua. 

“El gobierno de México nos apoyó con transporte de Chiapas a León, de aquí ya no nos llevan a Tijuana. Queremos buscar trabajo allá pero el camión cuesta 2 mil 500 por persona, tarda un día y medio para llegar, no tenemos para el pasaje, vamos a pedir apoyo para viajar, vamos a buscar una vida mejor, allá hay muchos haitianos”, dijo la mujer de Puerto Príncipe y que desde niña emigró a Santo Domingo.

Mikelange dejó a dos hijos en Santo Domingo, y espera ganar dinero en Tijuana para reunirse con ellos.

“México está mejor que Haití para trabajar, pedimos ayuda y nos dio el documento”, comentó la madre migrante.

PR