En tan solo cinco días la Dirección de Fiscalización y Control suspendió 37 eventos que no cumplieron con las medidas sanitarias. Casi la totalidad de los casos, 30, fueron fiestas.
Mario Bravo Arrona, titular de la secretaría de seguridad en León, dijo que a partir del cambio del semáforo de naranja a amarillo, la gente salió a las calles de manera masiva. Este fin de semana la afluencia en espacios públicos y privados era mayor a otros, aunque el funcionario lo atribuye al cambio de actitud de la ciudadania con el cambio de color del semáforo en la entidad. Las autoridades sanitarias han indicado que en esta fase, todas las actividades laborales están permitidas, cuidando a las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19. El espacio público abierto se abre de forma regular, y los espacios públicos cerrados se pueden abrir con menor aforo.
“Ustedes vieron como estaba la Calzada, las manifestaciones pacíficas (…) y ese es el problema: la ciudadanía salió a las calles, salió a fiestas”, destacó el funcionario.
Precisó que no hay zonas de la ciudad específicas en donde más gente realice eventos multitudinarios.
Han sido siete los bailes sonidos que se suspendieron y más de una treintena de fiestas particulares del 25 de octubre al primero de noviembre pero el problema no está sectorizado sino que se presenta en toda la ciudad.
“Es generalizado, es en toda la ciudad. Igual como se reporta una fiesta en Gran Jardín, en la 10 de Mayo, en Las Trojes”, preciso.
Los festejos por el Día de Muertos y las fiestas patronales a San Judas Tadeo aumentaron la movilidad también.
“Lo que invitamos es a tomar conciencia (…) No es solo este fin de semana”, lamentó el titular de la Secretaria de Seguridad de León.